Pero esta cocina pequeña, que constaba de un estrecho pasillo central flanqueado por un frente de armarios y otro de aparatos, se convirtió también en un modelo aceptado por las mujeres de la burguesía. De este modo, la cocina de Frankfurt, que carecía de mesa y solamente disponía de superficies de trabajo, se convirtió en el modelo que, durante mucho tiempo, han adoptado tanto los usuarios como los arquitectos, diseñadores y fabricantes. Esta cocina, que estaba separada del espacio vital de la casa y que sólo estaba dedicada a la preparación de comidas, se fue simplificando cada vez más, y se podía mantener limpia fácilmente gracias a los frentes lisos de sus armarios.
Adiós a los prejuicios
Desde hace un tiempo se habla no sólo acerca de la comida, sino también sobre las cocinas. El presente libro explora este tema tomando como referencia los resultados de una investigación. Su objetivo es esclarecer cómo debe ser hoy en día una cocina, un tema sobre el cual, según el autor, el diseño moderno tiene, desgraciadamente, poco que decir.
Aicher, que ha partido de la premisa de no aceptar ideas preconcebidas, elaboró una lista de preguntas, buscó una serie de restaurantes en los que se comía bien y, una vez allí, dejó que los cocineros le hablasen sobre sus cocinas. Todas las afirmaciones de este libro fueron contrastadas y filtradas a través de las experiencias del propio autor. El propósito principal no consistía en plantear nuevas propuestas sobre el diseño de muebles de cocina, sino en precisar las claves de la organización general de los mismos.
Ficha del libro
Título: La cocina para cocinar
Autor: La relación de Otl Aicher con la cocina tiene diversas vertientes, pero ninguna de carácter profesional. Durante la guerra, logró hacerse con una discreta fama como cocinero cuando entre las obligaciones de un soldado se encontraba la de preparar una comida para los oficiales que tuviera mayor calidad que la habitual cocina de campaña. Su trabajo en la empresa Max Braun le hizo entrar en contacto con las cuestiones relacionadas con el equipamiento en las cocinas, la mejora de la calidad de los alimentos y una alimentación progresiva.
Las cocinas también fueron un tema siempre presente en la Escuela de Ulm, entre cuyos fundadores estaba Otl Aicher. Fue testigo de las discusiones sobre electrodomésticos que mantenían Gugelot y Erwin Braun, así como del nacimiento de la loza apilable de Nick Roericht, que se ha convertido ya en un clásico. También estuvo involucrado en la introducción en el mercado de diversos productos de hierbas para condimentar, mucho antes de que las hierbas aromáticas comenzaran a ser un elemento habitual en las cocinas.
Entre otras cosas y por encargo de Bulthaup, la principal empresa alemana dedicada a la fabricación de cocinas, llevo a cabo un estudio que exploraba las diversas tendencias en materia de cocinas y que se convertiría en la base de este libro. Pero, como más aprendió sobre cocinas fue cocinando.
Editorial: Editorial Gustavo Gili, S.A
Edición: 2004
Precio: 33.65 €
Encuadernación: Rústica
Más información: http://www.ggili.com