España es uno de los países de referencia mundial en cuanto a la producción de vinos de calidad, y los españoles lo sabemos, por lo que nos gusta disfrutar de un buen vino.
Sin embargo, no siempre tenemos claro que el vino es un elemento vivo y en constante evolución, y que, debido a esto, precisa de unas condiciones ambientales correctas para su óptima conservación. Son varios los errores que cometemos a la hora de conservar el vino en nuestras casa, pero no te preocupes, que en este artículo te los contamos y te explicamos como ponerle solución.
1# Directos a la nevera
Lo primero que debemos tener en cuenta es que la temperatura y la humedad son los puntos más importantes en la conservación del vino. Y es que, para mantener la calidad óptima del vino, los expertos recomiendan conservar las botellas entre 13º y 16º C, con una humedad entre el 70 y el 80%.
Con esto en mente, ya podemos detectar el primer error que cometemos: meter el vino en la nevera, por defecto.
El frío excesivo es un enemigo directo del vino, por lo que los 4ºC de la nevera le sienta como una patada y, además, elimina gran parte de sus virtudes. Así que, siempre que podamos evitarlo, ningún vino irá a la nevera, y así evitaremos que se pierdan sus matices y que se deterioren sus compuestos.
2# Dejar el vino en cajas
Cuando descubrimos un vino que nos gusta, montamos una pequeña fiesta o tenemos un negocio, es habitual comprar el vino en cajas. Y, por lo general, mientras lo consumimos o si nos ha sobrado, solemos dejarlo en su caja almacenado en cualquier sitio, durante largos periodos de tiempo. Esto es un error muy grande.
El primer problema lo tenemos en que las cajas son de cartón -a no ser que sean vinos de muy alta calidad, que suelen venir en cajas de madera-, y este material es un gran acumulador de calor. Con lo cual, mantener las botellas dentro de la caja de cartón supone conservarlas a una temperatura excesivamente elevada, que va a acelerar las reacciones degenerativas y oxidativas del vino.
El segundo problema es que las cajas están diseñadas para que las botellas se mantengan de pie. Esto está contraindicado para la conservación del vino durante largos períodos de tiempo. Esto se debe a que en posición vertical el corcho no tiene contacto alguno con el vino, por lo que se secará y perderá su elasticidad y sus propiedades herméticas. Lo que los expertos recomiendan es colocar las botellas el posición horizontal, inclinadas con el tapón hacia abajo o directamente boca abajo, para garantizar el contacto constante del corcho con el vino.
3# Usar cualquier estante de la cocina
Es habitual que los muebles de las cocinas tengan un espacio de botellero, y generalmente, suele estar cercano a la campana extractora o cerca de los fogones. Es cierto que queda estético y decorativo, pero para el vino es el primer paso hacia su deterioro. “¿Por qué?” te preguntarás. Pues es sencillo, porque supone exponer al vino de forma constante a unas temperaturas excesivamente altas, así como a la sequedad, a la luz y a los olores.
Para que dure en perfectas condiciones, el vino debe estar a oscuras, fresco, ventilado, en un ambiente húmedo y libre de olores que puedan contaminar el tapón y, por consiguiente, al vino. Así que, te sugerimos que uses esos botelleros, para otros tipos de bebidas o para botellas decorativas.
4# Los botelleros en el salón
Como venimos diciendo desde que empezamos este artículo, el vino necesita unas condiciones de conservación especificas, por lo que no todo vale.
A menudo colocamos los botelleros en los salones o comedores, ya que pueden ser una pieza decorativa muy interesante, pero quizás ésto no sea lo mejor. Si vas a usar un botellero como almacenamiento, éste debe ser opaco, para que las botellas queden a oscuras o con una luz muy tenue. Además, las botellas deben estar en posición horizontal o inclinadas hacia el tapón, para que el vino mantenga el corcho húmedo. Sin embargo, lo más difícil va a ser mantener una temperatura y humedad constantes, ya que el salón o comedor son espacios en los que estos factores oscilan mucho y repetidamente debido a las calefacciones y los aires acondicionados.
5# Tapar la botella con su propio corcho
Ésta parece la opción más razonable, pero no lo es. Cuando abrimos una botella de vino, estamos facilitando la entrada de oxígeno del exterior, el cual está cargado de microorganismos y partículas. Y lo mismo ocurre con el corcho, incluso con más facilidad, porque solemos dejar el tapón en cualquier sitio, haciendo que se contamine con mayor facilidad. Por eso, si volvemos a colocar el cocho en la botella una vez contaminado, estamos cambiando las propiedades y matices del vino.
Para que esto no ocurra, te recomendamos usar un tapón de silicona médica, cuyas propiedades no se ven alteradas en contacto con el vino, y colocarlo con una bomba de vacío manual. Esto no solo te ayudará a garantizar un cierre totalmente hermético sin contaminaciones, sino que además evitarás derrames.
La solución a estos errores
Todos estos errores tienen una solución: comprar una vinoteca. Las vinotecas son armarios frigoríficos destinados únicamente a conservar los vinos en las condiciones perfectas. Cumple todos los requisitos de una bodega, pero de forma mucho más barata y ocupando mucho menos espacio.
Existen varios tipos y tamaños de vinotecas para adecuarse a las necesidades y exigencias de cada persona, hogar o local. Además, actualmente hay una gran variedad de diseños para que no desentone en la decoración.
Un último consejo
Los vinos criados, es decir, crianza, reserva y gran reserva, están mejor preparados para durar más y resistir mejor las condiciones de almacenaje. Por eso, aguantan más y mejor en un botellero que los vinos jóvenes. Eso sí, aún así deberemos mantener unas buenas condiciones: una habitación con luz oscura o tenue, a temperatura estable (no superior a los 22ºC) y con una humedad media-alta.
Sin embargo, los vinos jóvenes, sobre todo los rosados, están menos protegidos del ambiente, por lo que se conservará mejor en la vinoteca si no tenemos pensado consumirlo pronto.
Por tanto, los vinos jóvenes directos a la vinoteca, y los criados al botellero.
Es importante conservar el vino, pero sin duda lo más importante es disfrutar de él, y para ello qué mejor forma que compartirlo que con amigos y familiares, para sacar toda su esencia. Esperamos que este artículo te haya resultado de utilidad. Si tienes algún consejo más, déjanoslo en comentarios.