A estas alturas todos conocemos los milagros que obra la distribución en un espacio pequeño. Afortunadamente, existen millones de colgadores, cajoneras, percheros, mesas plegables… que nos hacen la vida mucho más fácil. Seamos sinceros, todos acumulamos trastos en nuestros pisitos “acogedores”. Pero y ¿si pudiésemos empezar de cero a diseñar nuestra casa? Hoy vamos a centrarnos en cómo podemos crear habitaciones más amplias considerando dos factores: una buena elección de colores y de acabados.
Las texturas lisas y de colores claros agrandan el espacio visualmente. Si tenemos una pared de piedra o ladrillo, es preferible pintarla de blanco (o similar) ya que su textura porosa absorbe la luz. Esto no implica que debamos renunciar a los colores más oscuros, podremos hacerlo siempre que procuremos evitar grandes contrastes.
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¿Por qué? pues porque los cambios de color pronunciados rompen la continuidad del ambiente, impidiendo que la mirada fluya de un lado a otro naturalmente. Imagina una piscina de toda la vida y ahora compárala con una piscina infinita. La segunda parece más grande porque se funde con el horizonte, al igual que un sofá se funde con la pared si son de tonos parecidos.
Si queremos utilizar papel pintado, lo ideal es que tenga un motivo no muy grande. De esta forma no se “comerá” la habitación, y la repetición del motivo hará que nuestra mente piense “mira, hay espacio suficiente como para repetir el dibujo“.
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Para revestir la pared con listones de madera, opta por maderas claras como la de haya o abedul, ayudarán a aportar luminosidad. Las dos formas más extendidas de colocar los listones son en horizontal y en vertical. Ponlos en horizontal para dar profundidad a la estancia y en vertical para crear la ilusión de que el techo es más alto. Esta opción es ideal si quieres dar un gran protagonismo al techo.
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En baños y cocinas pequeñas, cuanto menor cantidad de juntas haya, mejor -menos caos visual y menos que limpiar!-. Lo cual implica utilizar azulejos o baldosas de gran formato, idealmente iguales en suelos y paredes.
Una pared de cristal es el aliado perfecto para dar continuidad más allá de la propia estancia, pero si queremos privacidad lo mejor será optar por un cristal al ácido que deje pasar la luz.
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Para el suelo elegiremos uno acorde al primer criterio (poco contraste). De modo que si queremos colocar esa alfombra tan bonita y llamativa llena de elementos gráficos, quizás nos conviene pensar si queremos darle tanto protagonismo.
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Ojo con las escaleras. Para que no corten visualmente el espacio, hay que utilizar el mismo material que en el suelo. Con una barandilla de metacrilato o cristal, se verán más ligeras.
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En cuanto a ventanas y demás cerramientos, si tienen un perfil lo más estrecho posible, parecerán más grandes y dejarán pasar más luz. Lo mismo puede aplicarse a las puertas de paso, preferiblemente correderas para ganar espacio.
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Si quieres saber más sobre qué colores van mejor con tu casa y contigo, mira este post sobre cómo escoger los colores para tu casa. ¿No sabes si elegiste bien a la hora de pintar tu casa? Consulta tus dudas acerca del color y su significado. ¿La falta de espacio no es tu problema? -guau! entonces quizás te interese saber más sobre cómo conseguir espacios armónicos en cualquier habitación.
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