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¿Alguna vez te has quedado ensimismado con la mirada perdida pensando por qué el pasillo/comedor/aseo/(esa habitación) no termina de convencerte? Quizás pienses que falte un poco de coherencia, si ya sabías que estabas mezclando demasiado… pero no, puedes estar tranquilo. Seguramente se trate de los colores elegidos. En efecto, a menudo olvidamos que existe toda una teoría acerca del color y las emociones que transmite. Tan fácil de cambiar como ir a por una lata de pintura y empezar a pintar paredes, muebles, metales e incluso telas -un poco engorroso pero no es el fin del mundo. Bueno, y ¿de qué colores pinto? pues de aquellos que transmitan las sensaciones correctas. Sigue leyendo y descubre qué colores son más apropiados para cada tipo de estancia.
Empezamos por lo básico: colores fríos y calientes. Para no aburrir demasiado digamos que los colores cálidos tienden a “expandirse” por la habitación ya que tienen más fuerza, mientras que los fríos son más profundos y tranquilitos en general.
Colores calientes
Rojo: ideal para estimular el apetito puesto que es el color más excitante. Es un color con mucha presencia, por lo que conviene utilizarlo en dosis muy medidas y combinado con blanco u otro color frío.
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Naranja: el color del fuego y el más visible después del amarillo. Combina muy bien tanto con sus análogos como en contraste con colores fríos.
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Amarillo: perfecto para dar luminosidad a cualquier ambiente, por lo que se recomienda su uso según necesidad y tolerancia al color. Para escoger el tono adecuado, hay que prestar atención al tipo de iluminación presente, ya que la luz artificial tiende a “ensuciarlo”.
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Verde: nos transporta a la naturaleza, lo que lo convierte en el color relajante por excelencia. Ideal para resaltar los matices vivos de la madera.
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Colores fríos
Verde otra vez. Este color puede considerarse caliente o frío en función de sus tonalidades, con pigmentos cálidos como en el caso anterior o fríos como en este ejemplo.
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Azul: perfecto para aportar frescura a cualquier estancia, pero no recomendado para habitaciones con poca luz (resultarían demasiado frías)
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Añil: es el tono más intenso de los azules. Posee una gran viveza que lo hace perfecto como color de acento.
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Violeta: en sus versiones más claras y apagadas ayuda al sosiego. Sin embargo, si se trata de un tono intenso destacará como el que más.
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Colores neutros
Blanco: representa pureza, luz y tranquilidad. Es sin duda el color más utilizado en decoración hoy en día y combina con todos los demás colores.
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Gris: el neutro de moda. Se ha ganado su título por su versatilidad; adquiere un carácter cálido o frío en función de los colores con los que se combine.
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Negro: al ser un color tan pesado no se recomienda para dominar un espacio. También de rabiosa actualidad, en pequeñas dosis hace destacar cualquier elemento.
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¿Te has perdido nuestro último artículo sobre el poder del amarillo en decoración? Si el amarillo no es lo tuyo, quizás quieras ver cómo aplicar color en tus paredes de manera original o cuáles son las tendencias del interiorismo actual.
La entrada se publicó primero en Fun and Deco.