Los salones con espíritu escandinavo se caracterizan por su ambiente cálido y sereno. En estas tierras nórdicas, donde el frío es bastante duro y durante muchos meses las horas de sol son más bien escasas, tienen que apañárselas para que sus hogares les aporten esa calidez y bienestar extra que necesitan para combatir las bajas temperaturas. Por lo general sus espacios se caracterizan por grandes aberturas en ventanas y puertas, para poder permitir la máxima entrada de luz natural posible, colores claros que aporten mayor luminosidad y amplitud al espacio, y mobiliario y complementos de diseño pero muy funcionales con materiales naturales que le dan esa sensación de calidez que tanto nos gusta.
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