Los sofás chester son otro de los clásicos que no pasan de moda. Es más, son piezas que con el paso de las décadas se han convertido en un icono de la decoración.
La seña de identidad de los sofás chester es su tapizado capitoné, con botones repartidos de manera geométrica a lo largo del respaldo y en los reposabrazos. Aunque, tradicionalmente, la piel y tejidos como el terciopelo han sido los favoritos de los fabricantes de este tipo de sofás, hoy en día también podemos encontrarlos en algodón o lino y en un sinfín de colores.
El éxito de este tipo de sofá radica principalmente en que encaja a la perfección en estilos clásicos, vintage, nórdico, shabby, industrial… Como lo demuestra la selección de fotos que os he preparado.
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