Usando los pequeños detalles podrás darle un toque más personal a tu espacio, ya que son estos los que marcan la diferencia entre un espacio agradable y uno descuidado. Busca textiles de colores alegres, que se note que se acerca el buen tiempo. Combínalos con farolillos, macetas, velas, regaderas, etc.
Acércate a la naturaleza, ubica en tu mesa un centro con flores, una maceta bonita o simplemente una planta aromatizante. Además de desprender un agradable aroma, te ayudarán a conseguir un espacio muy acogedor.
Procura que los acabados de tus muebles soporten bien las inclemencias del tiempo y para darles mayor confort apuesta por los cojines. Si tu comedor está ubicado en una zona en la que incide el sol directamente, hazte con un toldo o una sombrilla, te ayudarán a resguardarte en las horas en las que los rayos solares tienen mayor incidencia.
Acércate a la naturaleza, ubica en tu mesa un centro con flores, una maceta bonita o simplemente una planta aromática. Además de desprender un agradable aroma, te ayudarán a conseguir un espacio muy acogedor.
Procura que los acabados de tus muebles soporten bien las inclemencias del tiempo y para darles mayor confort apuesta por los cojines. Si tu comedor está ubicado en una zona en la que incide el sol directamente, hazte con un toldo o una sombrilla, te ayudarán a resguardarte en las horas en las que los rayos solares tienen mayor incidencia.
Si cuentas con poco espacio, recurre a sillas plegables o mesas extensibles, siempre son una buena opción para ahorrar espacio.
Cuida mucho la iluminación, puedes encontrar en el mercado una amplia gama de luces de led, farolillos, etc. Elige aquella que más se adecue a tu espacio, pero ten en cuenta los metros que deberán iluminar, para no correr el riesgo de que quede mucha zona a oscuras.
imágenes vía: Pinterest