Buenos días queridos lectores!! Hoy estamos especialmente contentos porque por fin podemos mostraros un proyecto 100% propio. Se trata de la renovación de un dormitorio de invitados, en el cual hemos mantenido el mayor número de piezas posibles e invertido lo mínimo para conseguir un aspecto nuevo y fresco.
Empecemos por el estado inicial del cuarto. Pese a tratarse del dormitorio más amplio de la vivienda, no recibe mucha luz natural y además ha estado un poco olvidado a lo largo de los últimos años, ya que no se usaba como tal, sino más bien como despacho/trastero.
La idea de la dueña de la casa era crear un espacio sencillo y alegre que pudiera albergar a dos personas la vez, aprovechando que disponía de dos camas de 90 cm de ancho y algunas piezas más.
Lo primero que hicimos fue despejar la habitación, de modo que el cabecero y la mesilla, junto con la mesa de estudio pasaron a otro dormitorio, y a la vez prescindimos del ordenador, ya obsoleto y en desuso. Para ahorrar algo de dinero y ganar funcionalidad, mantuvimos la lámpara del techo y las estanterías frente a la cama.
Precisamente, la mentalidad de trabajar con lo que se tiene ha sido la clave para definir la paleta de colores a utilizar. Azules, como la lámpara y el mueblecillo del fondo en la foto -que hasta ahora vivía en la terraza-, y verdes, como la puerta que hace de cabecero -guardada “por si acaso” desde que un vecino se deshizo de ella-. El resto iría todo en blanco, reservando las notas de color para los accesorios.
Si nos seguís en Instagram (@funanddeco), ya conoceréis a Madame Coiffure, que es el nombre que le hemos puesto a este jarrón tan coqueto, al que le gusta cambiar de peinado de vez en cuando en función del estado de ánimo.
Y sólo por probar distintos estilismos, os mostramos la misma escena con otro florero, menos arriesgado pero con unas flores naturales muy bonitas.
Para la pared frente a la ventana, hemos hecho unas coronas de flores a partir de unos bastidores para bordar, un poco de cuerda y flores artificiales. Nos parece una idea fácil y resultona, apta para todos los presupuestos. Nos apuntamos la propuesta para la próxima celebración, eso sí, con flores naturales de temporada.
Donde antes se encontraba la zona de trabajo se ha colocado un escritorio para que los huéspedes puedan sentarse a responder emails importantes o firmar el libro de visitas. De nuevo se ha sustituido la mesa original por otra que ya estaba en la vivienda, que por sus dimensiones queda mejor en este espacio. El cuadro y la silla se han conservado siguiendo el espíritu low-cost. Como punto de luz, se le ha dado nueva vida a una lámpara pintándola de celeste, más a tono con la habitación que el marrón oscuro inicial.
Y como nos encantan las comparaciones de cambios de look, veamos de nuevo cómo era la estancia antes y cómo ha quedado tras nuestra intervención:
¿Os ha gustado la transformación? Creemos que la esencia de un espacio reside en el mimo con que se crea y la importancia de los pequeños detalles, los que por suerte son ajenos a las limitaciones de presupuesto. En el próximo post os contaremos cómo conseguir este look por poco dinero y cuánto nos hemos gastado. Además profundizaremos sobre nuestra inspiración para este espacio y las claves para ejecutar el diseño.
Pronto os enseñaremos el resultado de otro proyecto muy parecido del que ya os hemos mostrado algunas pistas… por ahora toca esperar y arrancar la semana con muchas ganas!!
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