Desde hace tiempo quería cambiar mi cabecero de cama, el que tenía era clásico y quería darle un nuevo aire al dormitorio.
Los cabeceros que encontraba o eran demasiado caros o no me convencían del todo, así que opté por quitar el antiguo y esperar... Esto me pasa a menudo, dejo pasar los días mientras le doy vueltas al tema y de pronto surge...
¡Y surgió! Quería algo en madera natural sin tratar, así que decidí hacerlo yo a partir de listones de madera.
Estos son los materiales que compré, todo por unos 35 euros:
Unos listones de madera de 2 metros de largo en dos medidas, uno más estrecho que el otro para que se note la diferencia entre ellos, adhesivo para madera y un tablón de aglomerado que hice que me cortaran a medida.
Fui cortando los listones en medidas de 25 cm de largo el más grueso y de 20 cm el más fino y pegándolos en el tablón, siempre jugando con la posición para conseguir el efecto.
Más fácil y barato, imposible. Tiene trabajo, eso sí, porque lo de cortar los listones entretiene, pero creo que en total he invertido cuatro tardes, ¿tampoco mucho no? y ha merecido la pena, yo estoy encantada con el resultado.
Para completar la deco, esta bonita guirnalda de Olaimar y cojín de Lua Nord.