Y es que ya hemos publicado alguno que otro post sobre este tipo de decoración. Si te apasiona tanto como a mi, date un paseo por otros post anteriores.
Como hemos explicado tantas veces, los detalles y la filosofía de este tipo de decoración del norte de Europa, esta vez me lo voy a ahorrar! Solo disfrutad de las fotografías!
Esta vivienda está pensada en un concepto abierto. Salón, comedor y cocina comparten espacio, dando la sensación de ser un espacio mucho más grande, más despejado y luminoso.
Las paredes, el techo y el suelo en blanco impoluto, hace que sea un lienzo perfecto en el que empezar a colorear a través de los muebles.
Desde mi punto de vista, echo de menos un suelo de madera, un poco envejecido que aporte un poquito más de calidez.
La cocina, la compone un espacio bastante más pequeño. Los muebles en blanco se mimetizan con las paredes y el suelo. Una cenefa de colores bastante divertida, da un toque de sorpresa en este espacio tan blanco.
La cenefa es una buena idea para alegrar cualquier cocina, que a veces por miedo a arriesgar nos decidimos por tonos muy sobrios y discretos.
El salón en la misma línea del resto de la estancia, juega con los colores blanco y negro. Los grandes volúmenes, como el sofá, las paredes o la mesa, están todos en tonos muy discretos.
Esto nos asegura que estos muebles nos van a durar muuuucho tiempo.
Para darle un toque de alegría y originalidad, juegan con los complementos, salpicando aquí y allá con toques en rojo, en amarillo, en azul o incluso rosa...
Os dejo un detalle del salón. Me ha encantado el candelabro apoyado sobre la caja de metraquilato.
La zona de estudio o trabajo, como el resto de la casa es un lienzo en blanco.
Un papel pintado en blanco y negro y una mesa de trabajo en negro, se complementan con los complementos de las estanterías, las cajas de colores pasteles y por supuesto, la banqueta Tolix en amarillo limón.
La cocina, desde otro punto de vista, sólo encuentra algo de color gracias a la nevera Smeg, en azul cielo.
El dormitorio es un lugar mucho más acogedor, la paleta de colores aunque continúa con el blanco y el negro, juega con los rojos y los naranjas que aportan mucha calidez al ambiente.
Además la mezcla de textiles, cabecero, colcha, papel pintado y cojines ayuda a dar esa sensación envolvente y de calidez.
Para la habitación de la más pequeña, se decidió pintar el suelo de madera en un tono crema, para que no resulte tan frío.
Eso sí, los muebles en su mayoría blancos, hacen que podamos jugar con el rosa por todas partes sin que resulte demasiado pesado.
Sin duda, la pequeña estará encantada con su habitación digna de cualquier princesita.
Espero que esta casa os haya gustado tanto como a mi, y es que, este tipo de decoración... nunca me defrauda!
¡Volvemos pronto!
Besos!
;)
Vía: Bolig