Toda la casa está rematada por un zócalo de 25 cm de altura, que hace las veces de rodapié, y que está pintado en un esmalte del mismo color que las paredes. Existen algunas tareas comunes a todas las estancias, como es el caso de la decisión de mantener la altura de tres metros del falso techo original, pero añadiéndole una cornisa de escayola perimetral. Los tonos que inundan esta vivienda son extraordinariamente relajantes e invitan a sentarse cómodamente y disfrutar del hogar.
En el lado derecho del salón se alargaron los dos ventanucos originales, hasta convertirlos en ventanas verticales, muy estrechas, pero de un metro de altura. La luz natural combinada con el celeste de las paredes y los grandes tablones de roble teñido de blanco del suelo, suministrado por Detarima, consiguieron un ambiente etéreo y muy femenino.
Mesa volvió a jugar con elementos antiguos y modernos. La bañera de hierro la complementó con griferías de Grohe y Roca. El lavabo es totalmente transparente y está acompañado por un espejo con luz interior, un radiador toallero de Runtal y una lámpara de araña. Los revestimientos se componen de un suelo de azulejos de Bisazza y paredes en porcelánico blanco mate de Keops.
Se recuperaron y barnizaron los pies derechos originales de la casa para que sirvieran de soporte a los cristales que separan la cocina del salón y del pasillo-galería. La lámpara de araña juega al contraste con los focos empotrados regulables, de Años Luz. El resto de la iluminación es indirecta y recae en varias luminarias localizadas en las estanterías del mueble.
Blanco y negro inundan el salón de contrastes a través del sofá de cuero blanco de Roche Bobois, las butacas negras, el espejo y la mesa de acero y metal. Las estanterías a medida están lacadas en blanco roto. Aprovechando los conductos existentes, se instaló una moderna chimenea de la marca Lumbre, de la que destacamos el frente acabado en acero.
Al fondo de la luminosa galería se instaló la zona de trabajo, por la que también se puede acceder al dormitorio. Para crear este despacho, se tomó la decisión de fabricar un mueble que combinara simultáneamente las funciones de mesa y de estantería. La pieza de mobiliario final se lacó en blanco roto para unificar cromáticamente toda la vivienda.
El dormitorio dispone de varios accesos, tanto desde el recibidor como desde la galería con la zona de estudio, que es la principal entrada de luz a la estancia. Al igual que el resto de la casa, está pintado en un relajante tono celeste, con un gran armario lacado en blanco colocado en uno de sus lados. La enorme cama está flanqueada por dos apliques de pared antiguos.
La cocina era antes de la reforma un espacio cerrado e independiente al que se accedía por el recibidor. Cuando el proyecto llegó al estudio de Alicia Mesa, se optó por integrarla en el salón, cerrando su acceso original y colocando en su lugar un gran armario. Escondida, pero abierta al salón, está realizada en laca blanca, mientras que la encimera y la campana extractora son de acero.
La zona de fregadero se ha encajado entre los pies derechos de madera, que hacen de separación entre la galería por la parte frontal y el salón por la lateral. Además, se han colocado cristales para acentuar esta separación, pero dejando pasar toda la luz y sin romper, por otro lado, la sensación de un único espacio. El resultado ha cumplido todas las expectativas.
Agradecimientos: Alicia Mesa Interiorismo