Un candelabro viejo puede tener muuuchas posibilidades de reciclaje y asegurado el éxito del cambio.
Pero también uno nuevo, recién comprado, como es el caso....
Éste en cuestión.
Lo compré en una feria de un pueblo cercano, tiene un pie de base de 30 cmts, más otros díez en los brazos, esto unido a la longitud de las velas, hace un candelabro muy alto.
Si en principio me gustó tal cual estaba, más tarde pensé que me sería más fácil encajarlo en la decoración dándole un baño romántico.
Y me puse manos a la obra con algo sencillo!!
Antes que nada, aclararlo en blanco (esto me ocurre siempre que no sé qué hacer con la pieza, me da por pintar en blanco para empezar a ver las ideas más claras, algo más inspirador).
Tengo musgo en casa que había comprado la pasada Navidad, guardé el sobrante en un táper y ha durado verdecito hasta la fecha.
Ya sólo me faltaban unas florecillas silvestres (de mentira) y unas velas...
Así, poco a poco, fuí enlazando las florecillas con el musgo, nada fijo, para poder cambiarlo cuando me apetezca.
Listo, a buscarle un lugar...
Son las 8 de la mañana y ya el sol se cuela por las ventanas,
las campanas de la iglesia tañen sin parar y,
aunque me gustaría encender las velas,
esperaré al atardecer,
seguro que dan una luz muy acogedora.
Mi Blacky me ha acompañado en todo el proceso,
qué lindo.
Raro que se haya dejado fotografiar....
Claro, es que se ha mimetizado con la alfombra recién lavada y está muuy a gustito, jejeje.....
Os deseo a tod@s un feliz domingo,
Besitosss!!!