Siempre que pensamos en decoración infantil la asociamos a mucho color en los dibujos de la pared, en los muebles y también en los accesorios. Sin embargo, hoy vamos a ver cómo podemos crear atmósferas de ensueño para los más pequeños de la casa utilizando el binomio blanco y negro.
Para conseguirlo vamos a fijarnos en la decoración escandinava, esa en la que se emplean con sutileza y elegancia elementos sencillos, funcionales y con estilo.
La clave: jugar con formas y texturas. Agregar objetos diferentes y originales que aporten ese toque de personalidad al dormitorio (como por ejemplo la pieza luminosa de la primera imagen, o las perchas con forma de botón o cabeza de ciervo de las siguientes imágenes).
Vía: Hannahblack
- Utilizar elementos naturales como la madera, el ratán, el mimbre es una buena opción, ya que no rompen la armonía y de esta manera aportas un poco de calor a la composición.
Vía: AcotioDeco
- Añadir el color gris a la paleta es una buena opción: en textiles, muñecos, crean espacios divertidos y personales sin recurrir a otros colores. Para añadir dinamismo a las paredes añade ilustraciones, guirnaldas, banderines...
Vía: Thedesignchaser
Como ves decorar la habitación de los peques en blanco y negro es muy sencillo, utilizando estos dos colores podrás crear atmósferas realmente sorprendentes!
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