Las cajas de vino son un objeto perfecto para la reutilización. Ofrecen un sinfín de posibilidades, como os contábamos hace tiempo en nuestro post “Nueva vida a las cajas de vino“. Se pueden convertir en cajones, estanterías, mini-huertos… ¡tu imaginación pone los límites! Además, suelen ser de buena calidad y aguantan de todo.
Hoy queremos compartir una idea para customizarlas y darles una utilidad que a más de una le será muy útil. Adaptaremos una caja para colgar nuestras gafas de sol y collares.
Obviamente, lo primero que necesitamos es una caja. La nuestra trae tres divisiones, así que quitaremos dos y dejaremos la superior para poner más cositas.
Otro imprescindible para este proyecto son las hembrillas (los ganchitos que veis en la siguiente foto). Deben ser abiertas ya que de ellas colgaremos los collares y pulseras.
Lo primero que vamos a hacer es pintar la caja a nuestro gusto. Ya sabréis que somos muy fans de los colores mint y mostaza, así que son los que hemos elegido para este proyecto.
Para pintar lo único que hay que tener en cuenta es lijar la superficie antes. Nosotras usamos acrílico para el mint y chalk paint para el mostaza.
Una vez seca la pintura vamos a lo importante, ¡las hembrillas!
Para colocarlas (las hemos puesto en la base de la caja), el truco es hacer un pequeño agujero ayudándonos de un clavo pequeño y un martillo. Y después nada, a girar hasta que estén bien amarradas.
Hemos dejado unos 5 centímetros entre cada una, pero eso a vuestro gusto.
Hecho esto colocamos otras dos en la parte interior de la caja, una a cada lado. Las unimos con una goma y ahí colgamos nuestras gafas de sol. Lo mismo vale una goma que un cordel, lo que os guste más.
Y ahora sólo queda poner colgadores en la parte de atrás.
¡Y listo!
Así ha quedado nuestra caja, funcional y bonita
¿Os animáis?