Para este DIY, María ha utilizado tubos de cobre, cristal y madera.
Lo primero que tenemos que hacer es comprar el cristal de la medida que queremos, ya que eso va a determinar los tubos de cobre que necesitamos. En su caso, ella quería una mesa rectangular así que compró un cristal de 1mx60cm con las esquinas redondeadas (¡gran acierto!). Los tubos de cobre son material de fontanería que podéis encontrar en Leroy Merlin o en ferreterías de barrio. Si os resulta tan complicado como a mí entender cómo tenéis que encargar estas piezas, ella nos lo explica muy bien:
Tubo de 18mm de diámetro y 3m de largo. De este tubo sacaremos 2 piezas de 85cm y 8 piezas de 13cm
Tubo de 15mm de diámetro y 2m de largo. De aquí se sacarán 1 pieza de 85cm y 4 piezas de 20cm
4 x Codo de 90º soldar hembra/hembra 18mm cobre
2 x Te igual para soldar de 15mm cobre
4 x Te reducida hembra 18-15-18mm cobre
Un cortatubos
Estas tres son para añadir grosor y consistencia al final de las patas:
4 x Machón hembra soldar-roscar 18mm-3/4? latón
4 x Machón reducido roscar 3/4?-3/8? latón
4 x Tapón roscar 3/8? latón
Si prefieres no añadir ese "pie" a las patas, en lugar de esas piezas tienes que comprar:
4 x Tapón soldar hembra 18mm cobre
Para las tablas de madera, ella reutilizó material que ya tenía por casa. Necesitaremos unas medidas de 92cm de largo y cubrir entre todas 42/43cm de ancho. Para sujetarlas necesitaréis 2 soportes de estante como éste por tabla.
Lo primero que hay que hacer es limpiar los tubos, ya que traen una película oleosa de fábrica. y proceder a cortarlos. Para ello, necesitamos este artilugio, el “cortatubos”.
Esta herramienta es muy pequeña y fácil de usar ya que el cobre es un metal muy blando, afirma la creadora. Simplemente hay que colocar el tubo entre las cuchillas y apretar la rosca al máximo. Una vez hemos hecho esto, sujetamos el cortatubos con una mano y con la otra damos vueltas al tubo. Cuando notemos que el tubo ofrece menos resistencia volvemos a apretar la rosca. Cortar un tubo llevará menos de 1 minuto ya que el cobre es un metal muy blando. Recordamos las medidas:
Tubo de 18mm. 2 piezas de 85cm y 8 piezas de 13cm
Tubo de 15mm. 1 piezas de 85cm y 4 piezas de 20cm
Con los tubos cortados, encajamos las piezas. Los tubos gruesos para las patas y para sujetar el cristal, los tubos finos para sujetar la balda. Mejor añadir pegamento extrafuerte en el interior de las uniones.
¡Listo! Ya tenemos la estructura de la mesa. Con el acabado cobre queda genial pero a María no le convencía como combinaba con su preciosa alfombra étnica, así que la pintó imitando el cobre envejecido. Este efecto se puede conseguir con productos químicos pero ella prefirió pintarlo por si en algún momento cambia de idea y quiere volver a dejarlo en color cobre.
Si quieres hacer lo mismo, aplica varias capas de pintura plateada y después envejece con betún de judea. Para finalizar, aplica una capa de pintura Chalk Paint color Florence. Una vez seca, frota de forma irregular con un paño húmedo para que asome el color plateado envejecido y en algunos puntos el propio cobre. Para terminar sella la pintura con cera.
Para sujetar las tablas clava un soporte de plástico en cada extremo de cada tabla, de forma que haga tope con los tubos a ambos lados.
Colocamos el cristal (para protegerlo mejor poner unas lágrimas adhesivas transparentes entre el cristal y el tubo) ¡y ya tenemos nuestra preciosa mesa hecha con tubos de cobre!
¿Estáis tan asombrados con el resultado como nosotras? Con lo de moda que está el color cobre ahora, podemos dejar el color original si nos combina con el resto de tonos del salón; pintar las tuberías en negro también puede quedar bien y, por supuesto, ¡la opción de imitar el efecto oxidado que os proponemos es ideal!
¿Os atrevéis con esta manualidad? Yo me la apunto entre mi lista de DIY pendientes.
¡Que tengáis buen comienzo de semana! El miércoles volvemos con nuevo post, pero recordad que seguimos en todas nuestras redes sociales.
¡Muchas gracias por estar ahí!
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