Como en mi pueblo la pizarra es un material común, dando una vuelta por el campo recogía trozos de pizarra natural planitos y no muy grandes para que no pesaran mucho y fueran fáciles de tratar, y después decidía cuál quedaba mejor para hacer el reloj. Al ver el primero, toda mi familia quisimos tener uno, e hizo mil variaciones que os enseño para que tengáis distintas ideas de cómo pueden quedar.
¿Para hacerlo? Necesitamos una piedra de pizarra, comprar el mecanismo del reloj en algún relojero, un taladro y, si quieres conseguir un acabado brillante, puedes usar barniz o alguna laca incolora para pintar la pizarra al final.
Hacemos con el taladro el agujero en la piedra, insertamos el mecanismo del reloj y colocamos las agujas. Y para hacer los números tenemos mil variantes: los pintamos, usamos pegatinas, una plantilla como las que nos ofrecen en EnrHedando o compramos también la esfera en el relojero… Pero mejor os los enseño y véis como quedan.
En este caso los números los pintó a mano… ¡¡Creo recordar que con Tipp-Ex en lápiz y un rotulador indeleble!!! Vamos, que más fácil imposible… Luego usó barniz para darle un acabado brillante a la piedra.
Aquí el quid está en dibujar los números correctamente, pero podéis descargaros en Internet una plantilla para ayudaros y si no, os voy a dar un truco. Cogéis una cartulina o papel y dibujáis en ella un círculo, más o menos del tamaño del que vaya a quedar vuestra esfera. Si tenéis compás para dibujarlo o un tarro redondo para usarlo de plantilla mejor, si no podemos usar un lápiz atado a un cordel del tamaño del radio (distancia del centro a los lados del círculo), y fijamos una punta del cordel al centro y giramos el lápiz por todo el contorno para dibujar nuestro círculo. Recortamos el círculo y lo doblamos por la mitad, y luego hacemos lo mismo hacia el otro lado, de manera que nos queda doblado en cuatro porciones: ya tenemos las marcas de las 12, las 3, las 6 y las 9. Ahora, hacemos una línea desde los extremos, hacemos una línea desde las puntas, la medimos y calculamos un tercio, y doblamos desde el centro pasando por nuestras marcas para colocar el resto de números. ¡Ya solo hay que trasladarlo a la pizarra!
También podéis pintar solo los cuatro principales, e incluso cambiar los números por dibujos, como en este en el que mi padre dibujó unas setas.
Ese nos hizo mucha gracia, así que le pedimos variantes, e hizo este otro reloj con péndulo en el que dibujó varios elementos muy ‘campestres’, jejeje
Aquí os enseño otro ejemplo con péndulo hecho con otra piedra de pizarra más pequeña. ¿Queda gracioso, verdad?
También se puede mezclar pintura y láminas. En este por ejemplo pintó un ambiente como de nubes y le añadió los angelotes de Rubens impresos.
Pero si no quieres complicarte, siempre puedes comprar también la esfera cuando compres el mecanismo en la relojería, y escoger la que más te guste, como esta clásica con números romanos.
Otro ejemplo más con esfera clásica comprada, esta vez en tonos dorados.
O como os decía al principio, podéis comprar pegatinas de números y colocarlas sobre la pizarra.
¡Otro ejemplo más con pegatinas!
Como decía en mi pueblo abundaba la pizarra, y por eso la usaba principalmente, pero hizo más variantes con otros materiales. Por ejemplo, este con una piedra de granito
También reciclaba latas para hacer muchas cosas, pero como esto va de relojes os enseño la versión reloj ‘lata de atún’.
Pero cualquier objeto puede servirnos de base… ¡el límite es a imaginación! Si no, mirad este reloj hecho con una sartén de hierro, estilo rústico!
¿Qué os parece? ¿Os animáis a haceros vuestro propio reloj?
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