Creo que desde que soy pequeña tengo recuerdo de reutilizar objetos e ir a diferentes clases de manualidades a las que mi madre me apuntaba. A día de hoy, doy gracias de ello porque toda esa etapa infantil ha hecho que hoy en día me guste tanto transformar, reciclar y crear cosas, así que hoy, como cada lunes os traigo un nuevo tutorial.
Siempre he querido tener una caja de fruta reciclada, bueno más bien una pequeña caja de fresas reciclada, pero a decir verdad, nunca encontraba un diseño que me encajara y que me quedara bien en casa. Hay un montón de diseños pero no se, no me hacía gracia que pareciera la típica caja solo con una mano de pintura, así que después de dar unas cuantas vueltas al coco y ver unas cuantas imágenes, decidí hacer la caja de estilo industrial.
La verdad es que no me ha costado casi nada hacerla y no va a ser la última, ya que creo que haré unas cuantas de colores diferentes para poder colocar diferentes objetos que tengo en el taller, esta por ejemplo la utilizaré para colocar los tacos de lija que son una maravilla.
Así que si sois fans de reciclar las cajas de fresas como yo, os dejo el tutorial de como lo he hecho para que os animéis.
Materiales:
- Caja de fresas
- Pintura chalk paint
- Rotulador negro
- Papel y tiza
- Alicates
- Grapadora
- Rejilla metálica
- Pegamento (opcional)
- Cera nogal y trapo
- Betún de judea
- Plantilla (descargar aquí)
Paso a paso.
Ante todo tengo que decir que no me acordé de hacer la fotografía de como era la caja anteriormente, pero supongo que ya sabéis que cajas os quiero decir, estas que venden en los supermercados. Así que una vez tuve la caja limpia, la pinté con un color gris chalk paint.
Después con la ayuda de los alicates, corté dos tiras de rejilla metálica y la grapé a la caja de fruta con la grapadora.
Una vez grapado, con el pegamento, pegué las puntas metálicas a la caja, así me aseguré de que quedara más fuerte, y con una lija, lijé la parte superior para que no arañara.
Ahora viene la parte divertida y que descubrí el otro día en la comunidad de Leroy Merlín. Con la plantilla impresa, cogí un trozo de tiza blanca y pinté toda la parte trasera del papel, después lo coloqué encima de la caja y repasé con un lápiz las letras, al quitar el papel, la tiza se había quedado marcada a la caja, así que ya veis que fácil es hacer papel de calca.
Con un rotulador negro, marqué todas las letras con mucho cuidado para no salirme.
Después con la ayuda de un trapo viejo, cogí un poco de cera de color nogal y un poco de pintura blanca y pinté la caja tal y como os enseño en la foto. Lo fui mezclando y pintando tal y como veía que podía quedar bien. Hay gente que lo mezcla en un bote y después lo pasa por encima, pero a mi me gusta más el efecto que queda al hacerlo por separado.
Hice lo miso en la parte interior de la caja para que no se viera diferente.
Una vez seco, cogí un poco de betún de judea y lo pasé por encima de la reja metálica, de este modo pasa de ser plateada a coger un color viejo y queda todo más uniforme.
Hice lo mismo en el interior y listo!. Ya solo queda decorar.
Y así ha quedado mi caja!
Como véis es una forma muy económica de reciclar una caja y utilizarla para guardar nuestras cosas. Ahora pienso y me da mucha rabia haber tirado unas cuantas así que a partir de hoy no pienso tirar ni una más!
Y a vosotras
¿Os gusta reciclar cajas?
¿Tenéis alguna de fresas tuneada?
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