¿Recordáis el dormitorio con muebles de mimbre que teníamos
pensado actualizar en casa de mis padres?
Finalmente, por falta de tiempo y por no estar mi madre del todo convencida
sobre pintar los muebles de fibra, lo hemos mantenido tal cual y el único
cambio que ha conocido ha sido recibir dos nuevas piezas.
Por un lado una mecedora estilo thonet que descubrios a muy buen precio en el
Rastro Remar de Ciudad Real (10€) y que, aparte de algo sucia, estaba como
nueva.
Tras un buen lavado, con estropajo la zona de madera y con cepillo la de
retícula, aplicamos una buena capa de cera transparente para protegerla y
embellecerla.
Un cojín de estampado de peonías, a juego con los de las camas, le da un
aspecto más confortable y acogedor.
También la lámpara de la mesilla de noche ha cambiado: pintamos con chalk
paint, en color blanco roto, una base de madera oscura que andaba por casa e
hicimos una funda fruncida a la pantalla con la misma tela de los edredones.
La percha rosa y blanca con dibujos de flores la pintó mi hermana hace
muchísimos años, igual que el baúl sobre el que se apoyan un grupo de
cajas forradas con distintos estampados.
Mi madre enmarcó unas fotografías de mi hermana y su peque
con passepartouts rosa para este rincón, al ser ella y sus chicos quienes
ocupan normalmente este cuarto que aún mantiene algunos detalles
de nuestra infancia, como la colección de muñecas rusas de trapo.
Con estas dos piezas recuperadas participamos en los findes frugales de
Marcela Cavaglieri, que cada viernes nos llenan de inspiración y nos motivan
a crear algo lindo y low cost.
Esta semana algunos problemas de salud familiares me ha tenido poco
activa en el blog y las redes, pero espero que todo se solucione y poder ir
recuperando mi ritmo de publicación normal.
Os deseo un feliz fin de semana.