Fuente: Smitten Studio
Oh, el ‘brunch’, qué gran descubrimiento, ¿verdad? Este vocablo inglés, a caballo entre desayuno (breakfast) y la comida (lunch), se ha ido haciendo hueco casi sin darnos cuenta entre nuestras costumbres. Consiste en nada más simple que desayunar y comer a la vez, una práctica que se convierte en el mejor de los planes cuando te levantas tarde un domingo. Lo ideal es compartirlo con amigos y acudir a hoteles o restaurantes que lo ofrezcan entre sus servicios, pero hay ya quien prefiere celebrarlo en casa y disfrutar en familia. ¿Te apetece intentarlo? Sigue leyendo y te contaré como organizarlo.
1. ¿A qué hora?
Según dicta la tradición anglosajona el ‘brunch’ se sirve entre las 11 y las 14 horas, aunque nosotros rápidamente lo hemos adaptado a nuestros horarios, empezando a comer a las doce del mediodía y terminando sobre las cuatro de la tarde. No hay problema.
2. ¿Qué se prepara?
En el brunch se combina lo salado y lo dulce, por lo que puedes dar rienda suelta a tu imaginación y arriesgar con mezclas imposibles. No pueden faltar los clásicos: tostadas, bollería, muffins, tortitas, pasteles, etc… además de aperitivos y canapés salados, platos de pasta, caldos, huevos, salsas y embutidos. Pan, mucho pan. Igualmente no se te pueden olvidar las frutas, ensaladas, verduras y los lácteos.
De esta manera y cuando lo tengas todo decidido, organiza una lista de platos atendiendo a tus necesidades, con ideas de comidas frías y calientes. Una de las preguntas más recurrentes es la de la cantidad. Se recomienda calcular a lo alto, ya que estamos combinando dos comidas en una.
Para las recetas yo suelo consultar Pinterest, ¡es un hervidero de buenas ideas!
3. Las bebidas
¿Café y té? ¿Vino y cerveza? ¿Leche y zumo? ¿Champán? Pues sencillamente, todo, porque en el brunch las opciones son infinitas. Leche, café, té, zumos -preferiblemente naturales-, smoothies, batidos, cerveza, vino tinto y blanco, vermú, refrescos y champán no pueden faltar en tu mesa.
4. Los elementos de la mesa
Una de las ventajas de organizar tu propio ‘brunch’ es la comodidad. A diferencia de lo que ocurre en los hoteles y los restaurantes, donde la velada es más tipo buffet, aquí puedes servirlo todo en una misma mesa de comedor. Así, evitaremos que los comensales se levanten y den vueltas y vueltas cada vez que quieran probar algún plato.
No obstante, deberás prepararte muy bien para este objetivo, ya que la mesa tiene que estar perfectamente puesta. Llegó el momento de desempolvar la vajilla bonita y sacar un mantel especial. Tendrás que contar con copas y vasos para cada cometido: vino blanco y tinto en copas adecuadas y champán en flautas. Si te animas con los cócteles, deberás tener a mano también unas buenas copas de balón.
1. Vasos de colores Arc en ciel 2. Vaso Anais. 3. Copa de vino grand bordeaux Vinea. 4. Copa de cerveza Vinea. 5. Copa de gin tonic Vinea. Todo de Toujours-Cristal de Sèvres.
Sacar a relucir esas piezas de la vajilla que no se utilizan a diario es también otra de las cosas buenas de montar un brunch en tu casa. Hablamos de las fuentes, las bandejas, las rabaneras, los platos de pasta, pizza, de servicio y, por supuesto, la gran olvidada, la sopera. En ella puedes servir tanto cremas frías como caldos calientes, manteniendo la temperatura. Igualmente, deberías tener juegos de salero y pimentero; y aceitera y vinagrera. Olvídate de sacar los paquetes y botellas que eso sí que no se lleva.
1. Ensaladera oval 2.Plato de fondue 3. Salero y pimentero. 4. Tetera 5. Aceitera y vinagrera 6. Salsera 7. Plato redondo para tarta 8. Fuente rectangular 9. Sopera. Todo de Thomas.
5. A disfrutar del brunch
¿Ya lo tienes todo listo? Muy bien, ahora es el momento de deleitarse. Espera tranquilamente a que vayan llegando los invitados, siéntalos a la mesa y disfruta de la comida. ¡Buen provecho!
¿Sueles tomar el ‘brunch’?, ¿alguna vez lo has preparado en tu casa?, ¿o prefieres darte un capricho y disfrutarlo fuera?
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El brunch. Cómo prepararlo en casa ha sido publicado originalmente en La mesa está servida. Puedes seguirme también en Twitter y Facebook