Si estuviéramos tomando un café,
te contaría que he faltado durante unos días a mi cita con vosotros porque como te contaba aquí, hemos hecho el Camino de Santiago.
Sí, he superado lo que yo creía que era un límite para mí. Es verdad que desde hace más de un año hago deporte a menudo, pero no sabía si mi cuerpo aguantaría andando cinco días seguidos trayectos tan largos.
Y sí, mi cuerpo sobrevivió. Salvo por el primer día que llegue un poco tocada y una de las etapas que fue durísima, pude comprobar que nuestro físico es como un bebé al que le gustan las rutinas. Si tu rutina diaria es hacer ejercicio, el día que no lo hagas te lo pedirá, como sucede también al contrario.
Al día siguiente de llegar a Santiago mi cuerpo me pedía andar, hubiese hecho otra etapa perfectamente.Si estuviéramos tomando un café,
te contaría que hemos tenido una experiencia increíble. Galicia es preciosa y saborearla así, caminando, cruzando bosques, ríos...ha sido genial.
Me gusta andar ligero, pero os juro que disfruté de forma muy "slow" el ambiente, los olores, la niebla matinal, la brisa... y también su gastronomía, ¡qué pan! ¡qué empanada!¡qué pulpo!...
Pasar por aquellas pequeñas aldeas, te hace reflexionar mucho sobre las necesidades materiales tan tontas que a veces tenemos. Sobre la vida tan diferente que llevamos unos y otros. ¿Somos más felices por disponer de más cosas? No creo...Si estuviéramos tomando un café,
te diría que ha sido un viaje de pareja totalmente diferente a las escapadas que solemos hacer, pero también creo que nos ha unido mucho más.
Yo quería hacer el camino por mis creencias religiosas, y mi marido, aunque es creyente, no tenía tan marcada esa motivación. Pero desde el primer paso, noté como más allá de la motivación de cada uno, los dos perseguíamos el mismo objetivo y lo hicimos en equipo, sufriendo a veces y riéndonos mucho.
La llegada a Santiago fue muy emocionante para los dos y desde que finalizamos tenemos claro los dos, que queremos hacerle de nuevo. Más etapas y quizás en bicicleta.Si estuviéramos tomando un café,
te contaría que el cafetito del viernes que viene nos le tomaremos con alguien muy especial que nos abrirá las puertas de su bonita casa ¡no te lo pierdas!