El próximo 1 de febrero empiezo a trabajar para TGV Interiores, y aunque así, a bote pronto, no parezca que eso supone muchos cambios, lo cierto es que para mí es una revolución.
Por un lado, y en lo que respecta a Ebom, la oferta de productos y servicios de decoración a partir de ahora la haré a través de TGV, por eso Ebomshop ha desaparecido esta semana. También me tendréis en TGV para todos los proyectos de decoración e interiorismo, y eso son muchas ventajas. Proveedores excelentes, materiales de primera calidad, un catálogo de telas fantástico, y mucha, mucha ayuda.
TGV Interiores es una firma portuguesa, una empresa familiar que en más de 30 años se ha expandido y ha crecido muchísimo. En 2016 abrieron su primera tienda en España, en Madrid, y ahí voy a estar yo, en Claudio Coello 17. Ellos tienen una experiencia y una estructura mucho más amplia de la que yo tengo en Ebom, así que para clientes y usuarios todo eso serán ventajas. Pronto os hablaré más de ellos, ¡en cuanto me incorpore!
Esto afecta también a otros proyectos paralelos, como los talleres de foto y estilismo, los eventos o las colaboraciones. Y por supuesto, a proyectos de contenido como el magazine, o los ejercicios. Todo esto me lleva muchísimo tiempo de trabajo, y claro, llegado el momento de priorizar, tengo que ver cómo me organizo. Desde luego, os puedo asegurar que Ebom va a seguir activo, sobre todo en contenido. Me centraré en ideas, en inspiración, en espacios y en proyectos, y creo que de hecho, voy a aumentar el número de post centrados en ideas para espacios, porque necesito que mi cabeza se centre mucho en este sentido, y organizar mucho mi método de trabajo.
Todo este cambio tiene que reflejarse también en el diseño de la web, en el que estoy trabajando hace tiempo. ¡Espero que para bien, porque me estoy volviendo loca!
Por otro lado, en lo personal, a partir de ahora mis jornadas de trabajo van a estar más concentradas en tiempo y lugar, y esto afecta mucho a mi vida, claro, porque vuelvo a trabajar fuera de casa. Pero a pesar del cambio, y del sacrificio horario, le veo también muchas ventajas. Así que, ¡a por ello y volvemos a la carga! (esto último me lo digo a mí misma, no creáis, porque los nervios no se me despegan…).
Bueno, con todo esto os quiero agradecer la paciencia de los últimos meses, porque ha sido una época de vaivenes, y por supuesto, también la de los meses venideros… ¡Y mil gracias siempre por todo vuestro apoyo!
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