Era reacia a continuar, hasta no haber terminado con el recibidor, pero una serie de catastróficas desdichas me impiden seguir por ahí: cambiamos el sofá… el viejo no quiero tirarlo> en el trastero tengo humedad y no puedo bajarlo ahí> el sofá lleva en el recibidor un año> si no lo quito de ahí, no puedo continuar> no quiero tirarlo> trastero con humedad> sofá en el recibidor>léase en bucle… ese tipo de catastrófica desdicha.
Pero el otro día me dediqué a mover los muebles de sitio ¡y encontré el lugar perfecto para el comedor! Para mi “El comedor” era una mesa con dos sillas, por primera vez lo estoy tratando como una estancia completa ¡a ver qué sale!
Esta es la zona dónde irá. La casa dónde vivo es diáfana y esta es la parte de detrás del sofá.
Lo que quiero hacer
1.
2. Pintar las paredes, ya sabéis que este es uno de mis favoritos y of course, no me voy a limitar al blanco
3. Poner una lámpara
4. Poner unas estanterías. Quizás no es lo más razonable en un comedor ¡pero en algún sitio tienen que ir!
5. Este punto va a emocionar sobremanera a mi madre, que no hace más que decirme ¡re-tapiza esas sillas! No os hacéis una idea de cuanta razón tiene y cuanto tiempo hace que no le hago ni caso… con lo de las sillas ¿eh?
6. Esa planta no puede ser más feliz – e invasiva – de lo que es en ese rincón. Pero lo de la maceta fea de plástico y el “macetero-mesa” no puede continuar
7. Estas paredes van a conocer lo que significa “Horror Vacui”
8. Mmmm… este punto aún es causa de debate. No sé si poner algún tipo de mueble detrás del sofá o dejar el paso completamente libre… ¡el tiempo lo dirá!
9. ¡Hacerlo todo con un presupuesto mínimo y muy DIY!
Estas son mis intenciones y por escrito han quedado. Algunas cosillas ya las he ido avanzando (si me sigues por snapchat -@aurea_iamamess- las habrás visto) pero os lo iré contando poco a poco.
¡Ay! ¡Todo este asunto, me tiene emocionada!
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Fuente: este post proviene de I am a Mess, donde puedes consultar el contenido original.
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