Es una mezcla perfecta para darle amplitud a cualquier habitación además de que conseguirla es sencilla. No precisa de muchos elementos decorativos ya que por si sola dice mucho. La decoración en blanco mezclada con la madera crea ambientes sencillos con ese toque de esilo rústico pero fresco a la vez.
Últimamente es una de las combinaciones que más me gustan. La madera vieja junto con los linos y tejidos de algodón es un acierto seguro. Es fácil conseguir buenos resultados ya que la mezcla de por si es muy agradecida. No hay que arriesgar demasiado ya que sólo tenemos que jugar con dos colores y si además podemos introducir algún mueble usado mejor que mejor.
Os dejo en esta ibicenca en la que su decoración se basa en todo lo que os he contado antes. Ya veréis como esta mezcla no falla y más aún si es para una casa en la playa. Los ambientes son frescos a la vez que acogedores y no tenemos que dejar de lado que la decoración con blanco y madera es ideal tanto para verano como para invierno.
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