Hoy os quiero mostrar una casa construida hace más de 150 años llena de encanto vintage. Sus 180 metros cuadrados son una explosión de color, el papel pintado de época está presente en cada una de sus estancias, en un batiburrillo de formas y colores diferentes, igual que las sillas del comedor. Decorada con algunas piezas de Ikea, como el sofá junto a la librería, la casa mantiene el sabor tradicional y el gusto por los elementos añejos, como la baldosas de colores junto a la cocina antigua. Igualmente, se ven algunas piezas recicladas, como la mesita de centro, realizada a partir de un baúl al que se le han añadido unas ruedas. Sólo puedo decir que me gusta su ambiente festivo y alegre, lleno de luz y de amor por la conservación del pasado.
Más inspiración en *Facebook *
Vía: Kotivinkki