Para entonces vivía en una casa antigua, de esas que tenían contra ventanas de madera, techos altos.... y baldosas que dibujaban cenefas bordeando cada estancia.
Tenía dos dormitorios que colindaban entre sí. Uno era donde dormía y dónde se encontraba el Vestidor y otro en el que estudiaba y guardaba todas mis cosas.
Imaginé entonces echar abajo el muro que dividía los dos espacios y convertirlo en un espacio diáfano. Además en el proyecto creé también una doble altura desde la que accedía por medio de un par de escalones separando ambientes.
Estaba tan convencida de ese cambio...que aun me acuerdo de cada uno de los detalles pensados para que el espacio funcionara.
Evidentemente nunca llegó a realizarse, primeramente porque la casa no era nuestra, y segundo porque ya andábamos mi madre y yo echándole el ojo a un posible cambio a mejor.
El apartamento que os enseño, me ha trasladado a aquel proyecto y a la versatilidad que puede llegar a tener cualquier espacio por pequeño que sea. las imágenes que hoy os muestro sirven para entender que los espacios en la mayoría de las veces pueden ofrecernos mucho más de lo que a priori podemos imaginar.
Si tienes un espacio complicado, o no sabes como aprovechar al máximo cualquier estancia, puedes escribirme para que trabajemos juntos buscando soluciones a cualquiera de las estancias.
Pronto tendréis en el blog detallados todos mis servicios, mientras tanto;
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