El estilo vintage tiene muchas maneras de manifestarse. Personalmente, el que mejor se adapta a mis preferencias es el de inspiración años cincuenta, como por ejemplo el que lleva a cabo el decorador Boris Zbikovski en sus proyectos. Luego también me fascinan aquellos interiores con un aire parisino, llenos de piezas rescatadas en el Mercado de las Pulgas. Y en tercer lugar, me quedo con el vintage en su versión más romántica, perfectamente plasmada en este apartamento ubicado en Brooklyn.
Imágenes: Inside Out
El salón es un auténtico ejercicio de elegancia y buen gusto. Los tonos suaves como el malva, los azules y neutros, combinan a la perfección con texturas como el terciopelo, la madera envejecida, y los detalles dorados en algunos de los complementos. En el dormitorio se apuesta por la misma gama cromática, con especial protagonismo para el cabecero, rescatado de una vieja fundición de acero.
Los muebles son en su mayor parte recuperados y han sido adquiridos en mercados de segunda mano y de antigüedades de la zona. Muchas de esas piezas forman parte del showroom de NightWood, una firma neoyorquina que también se ha encargado del proyecto decorativo de este apartamento.
♦ Hoy me voy a Madrid para participar mañana en el encuentro bloguero con motivo de La Petite Fashion Week, un evento de moda infantil que espero disfrutar muchísimo. El lunes os cuento por aquí. Buen fin de semana!