Son delicadas, son bonitas y huelen genial. ¿Qué más se puede pedir? Deja que el flower power campe a sus anchas en tu casa y disfruta de sus beneficios energizantes -bueno, con algún que otro límite estético que te contamos en este topten-.
El color importa
Soy de flores blancas, en parte porque no son nada arriesgadas. Tendemos a pensar que cualquier flor -sea cual sea- embellecerá un espacio de forma inmediata. Y me temo que la cosa no es tan sencilla. Por ejemplo, en habitaciones con paredes muy recargadas o coloridas, te funcionarán mejor las flores de una misma gama cromática. Así no habrá competencias por el protagonismo.
Pura vitalidad
En cambio, si las paredes son lisas o monocolor, date el gustazo y mezcla unas cuantas flores y jarrones. Hombre, te diría que no te sueltes demasiado la melena y procures seleccionar unos tonos que engamen bien con el resto de la habitación -si es que la palabra armonía te dice algo-.
Minimalismo extremo
El tono sobre tono siempre funciona, y con las flores no iba a ser menos. Si eres minimalista, te encantará usar texturas para crear espacios interesantes a la vez que relajados. El punto zen lo pone, sin duda, el uso de las ramas en flor. Muy nipón, ¿no?
La cocina también se apunta
A ver, aunque hayas leído que el exceso de calor puede estropear las flores en la cocina -lo cual es verdad- no por ello debes resignarte a no ponerlas. Afortunadamente, no todos somos cocinillas ni estamos escasos de espacio (¿en la cocina? perdona que me ría), por lo que más de una flor tiene la supervivencia garantizada. Así que, tú mismo. Prueba y error, no queda otra, my friend.
Aire fresco en tus ventanas
Las ventanas, especialmente las que disfrutan de un amplio alféizar (¡quiero una!!), son un lugar privilegiado para colocar un conjunto bien fresco. Para ello, no dudes en recurrir a jarrones transparentes donde se aprecien los reflejos del agua -que, por supuesto, debes mantener inmaculada sí o sí-.
Flores y jarrones XXL
Y es que en espacios grandes, los ramos también deben serlo. Claro, que conseguir un ramo de flores XXL no es tan sencillo (ni los tallos ni el bolsillo contribuyen a que así sea) Pero hay fórmulas para conseguir un arreglo floral en condiciones. El truco está en combinar ramas de verde intenso -aquí, hojas de palmera e higueras- con algún ramillete sencillo de flores.
Rosa rosae
Un buen ramo de rosas nunca falla. Es la reina del estilo provenzal -aunque solo sea por la imagen de viejecitas británicas cultivando rosas para participar en el Chelsie Flower Show-. Consigue un buen número de ellas y colócalas cual macizo en un jarrón acorde a su entorno. Fliparás con su belleza.
Las ramas cuentan
Y más si son magnolios. Sus flores quitan el hipo aunque, como todo lo bello, son bien efímeras. Con estas ramas floridas podrás hacer composiciones florales de gran envergadura y belleza -aunque también te funcionará una sola ramita en un jarrón interesante-.
El protagonista es el jarrón
Entonces, decántate por flores muy sencillas como las silvestres. Crearás un interesante contraste entre ambos. Y si quieres subir puntos, combina además jarrones de diferentes alturas o formas, siempre que exista entre ellos un nexo común que los conecte.
Admitimos fake flowers …
Porque con las flores uno no debe de ponerse exquisito. Por encima de todo está la propia salud (si tienes alergias) o la falta de luz. Eso sí, procura que no se parezcan a las que tenía tu abuela el siglo pasado. Y para que veas que hay opciones, ahora flipa con estas plumas, aka flores. Si vas a mil por hora, desde luego dan el pego.
Y a ti, ¿te gusta poner flores frescas en casa? ¿en qué habitación sueles colocar la flores? Esperamos tus comentarios