Los propietarios encargaron el proyecto al prestigioso equipo de arquitectos con la voluntad de construir una vivienda que se convirtiera en algo más que un hogar.
La madera es la auténtica protagonista de la casa; piezas de madera recolectadas durante años por el propietario, en forma de vigas y paletas autóctonas, que recubren el interior y el exterior de la vivienda, diseñada como diferentes volúmenes y espacios intercomunicados a través de distintos patios, para crear una singular construcción de más de 600 m2 que reflejara un estilo de vida muy particular, como si se tratara de una granja clásica, con todas las comodidades y prestaciones de un proyecto del siglo XXI. “Pensamos que podríamos construirles una casa que cuidara cuidadosamente su extensa colección de madera. Así que existe un mosaico de estas maderas, unidas tonalmente para que el producto final fuera estéticamente hermoso “, comentan los arquitectos.
El exterior de la casa está revestido con tableros de madera autóctonos, del mismo modo que el techo de tejas. Escogieron los tablones de madera más oscuros para pavimentar el porche de madera; las contraventanas y puertas correderas que comunican el interior con el exterior, fabricadas también en madera maciza, se diseñan como elementos flexibles, que permiten crear espacios íntimos cuando se cierran o, al abrirse, ampliar la perspectiva con el exterior, para que la naturaleza y hogar, se fundan en un solo ambiente.
“Si bien la madera se puede utilizar para crear solidez, calidez y masa, también puede ser increíblemente fina. Disfrutamos jugando con esta dicotomía. Aunque hay algunos elementos muy grandes y rústicos, existe una finura y una ligereza en los distintos ambientes y en capas de la misma “, comentan desde Fearon Hay Architects.
El cemento y hormigón utilizado en las paredes y la chimenea del salón, añade el contraste de rudeza contemporánea a los diferentes ambientes. Un cuidado interiorismo, las alfombras de yute y las caídas de cortinas blancas que fluyen en los distintos ventanales incorporan suavidad al espectacular espacio.
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Photography is by Simon Wilson with Amelia Holmes.