Lejos de ser un producto caro difícilmente alcanzable, hoy en día casi todo el mundo puede permitirse tener hidromasaje en casa. En el mercado podemos encontrar diversas opciones que nos pueden proporcionar una higiene mucho más placentera: bañeras, cabinas, spas, hidrosaunas, minipiscinas, o columnas, todo dependiendo de las posibilidades de las que dispongamos y de nuestras necesidades.
Las ventajas para la salud del hidromasaje están científicamente comprobadas y se llevan utilizando ya desde la Antigüedad: estimula la circulación, elimina toxinas, alivia los dolores reumáticos, relaja las músculos contraídos, hidrata la piel y combate la celulitis, además, por supuesto, de mitigar el estrés de la vida diaria.
Tipos de funciones
Gracias a las cabinas de hidromasaje podemos beneficiarnos de tres tipos diferentes de masaje:Linfático: mediante la alternancia de chorros de agua con velocidad regulable. Siempre se inicia el ciclo desde los chorros inferiores a los superiores para favorecer la circulación sanguínea hacia el corazón. El usuario puede seleccionar el número de chorros en parejas de dos y, por tanto, las zonas del cuerpo en las que desea recibir el hidromasaje. La mejor opción para reactivar la circulación.
Constante: se trata de recibir en la zona del cuerpo seleccionada una cantidad constante de agua. Generalmente de intensidad regulable, los chorros de agua, al incidir sobre un área concreta, permiten aliviar tensiones, dolores, contracturas musculares o cansancio. Pulsante: esta modalidad está presente en algunas cabinas y bañeras. El masaje consiste en la proyección de agua con una serie de rapidísimos pulsos que activan y vigorizan la zona seleccionada. El hidromasaje pulsante permite reactivar la zona del cuerpo en que se aplica.
Además, gran parte de las cabinas de hidroterapia incorporan al hidromasaje otras funcionalidades como la clásica sauna, la ducha escocesa (que consiste en hacer cambios progresivos en la temperatura del agua), baños de vapor combinados con efectos de cromoterapia o masajes localizados en la planta de los pies, entre otras.
Cómo se utilizan
El masaje de agua es una de las mejores formas de prevenir enfermedades y de acabar con los problemas de cansancio y estrés. Si tienes bañera, la mejor forma de utilizarla es llenarla por encima de las boquillas del hidromasaje con una temperatura de entre 33 ºC y 38 ºC. En estas bañeras no se deben sobrepasar los 30 minutos de uso, siendo lo más adecuado entre 15 y 20 minutos.El efecto terapéutico se consigue a través de la combinación de aire y agua a diferentes temperaturas y se potencia con la utilización de sales, esencias, aceites e incluso ozono que enriquece e intensifica la acción propia del agua aportando propiedades bactericidas, anti infecciosas y analgésicas.