Los propietarios tenían la intención de crear en la terraza dentro de la ciudad, un nuevo espacio como si fuese una nueva zona de estar, vinculándolo con el interior de la vivienda, tanto con la función como con la luz. Se hizo mucho hincapié en el fomento de la interacción entre las personas en todos los espacios de la vivienda. Las salas, el mobiliario, las repisas… todo tenía que estar situado para facilitar y promover la conversación y la actividad entre los habitantes de la casa y sus invitados. El diseño de los elementos interiores y exteriores se adapta a los patrones de la vida diaria y al movimiento de los usuarios.
La zona de día se desarrolla en planta baja, con un espacio abierto que integra la cocina y el comedor, y se amplía hacia el exterior con la terraza. La planta superior se plantea como una zona más tranquila y en ella encontramos las habitaciones. Tanto en el interior como en el exterior predomina el blanco y la madera tiene un gran protagonismo ya que la encontramos en el pavimento, en el revestimiento de las escaleras, en el mobiliario de cocina y baños, etc. El cemento también posee un papel importante, ya que es el elemento que consigue materializar la unión interior-exterior, empezando en el suelo de la terraza, entrando por la sala de estar y elevándose hasta la isla de la cocina, toda realizada en ese material. Una solución que sin duda nos ha ganado, ¿no os parece?
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