El proyecto diseñado por Hula se realiza como un tributo a la cultura local y los efectos del cambio climático en la comunidad Inuit. Un impresionante mural efímero que acabará derritiéndose y desapareciendo, al mismo ritmo que los glaciares.
Hula empezó a destacar en el arte urbano a partir del año 2015, cuando sus obras realizadas sobre superficies acuáticas llamaron la atención de las mentes más creativas.
El artista de origen hawaiano se esfuerza por dar vida a los espacios vacíos, por lo general trabajando en naufragios, muelles abandonados y paredes olvidadas. Combinando sus orígenes, tanto en la calle como en las bellas artes, Hula trabaja totalmente con pintura al óleo y utiliza técnicas tradicionales para crear delicadas figuras femeninas que interactúan con la superficie del agua, la dureza del hormigón y ahora, más recientemente, sobre glaciares, como auténtica acción de protesta, que genera discusiones ambientales.
Su obra puede encontrarse tanto en paredes y muros públicos, como en galerías de todo el mundo, atrayendo la atención de las principales publicaciones y medios de comunicación como CNN, The Huffington Post, Hypebeast, The Guardian, la revista Juxtapoz, Daily Mail y la revista Hi-Fructose, entre otros.
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