Creo que ya tenemos más que claro que los interiores de nuestra casa son un reflejo de lo que nosotros mismos somos y de nuestras necesidades. No diseñas de la misma manera una vivienda para una familia que para una pareja sin hijos. Además, nuestras vidas están en constante evolución y aunque hay cosas que no se pueden cambiar mucho como una cocina pensada para dos, sí que hay otras que mudan de la misma forma que nuestras vidas.
No es el caso de esta vivienda que visitamos hoy, ya que se ha diseñado pensando en las necesidades y gustos de sus 5 habitantes pero si es el claro ejemplo de cómo los estilos se adaptan creando espacios únicos como esta casa.
Situada en uno de los mejores barrios de Estocolmo, este apartamento, en un edificio de principios de siglo es un fiel reflejo de una de sus habitantes, la diseñadora de ropa infantil sueca Fanny Sundgren.
La vivienda refleja su gusto por lo retro y los tonos pastel. El uso del color vainilla predomina en toda la casa desde las paredes del salón, hasta la elección de los diversos papeles pintados que le dan un punto de diversión y han sido usados en diferentes estancias por toda la casa.
Se han mantenido el suelo original y los techos altos y bonitas molduras de la vivienda y para darle ese toque de autenticidad que tienen este tipo de hogares, se han usado muebles encontrados en mercadillos de pulgas y, adaptados y restaurados para la ocasión.
Un conjunto con un aire muy bohemio y chic ideal para esta familia.
Fuente: este post proviene de Tu Cajón Vintage, donde puedes consultar el contenido original.
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