Simplemente el color de las paredes puede cambiar radicalmente la imagen de tu estancia:
AMPLIAR
Si tu salón es pequeño o con poca luz natural y lo quieres ampliar, utiliza tonos claros tanto en las paredes como en el techo. Los colores claros dan luminosidad y amplían visualmente el espacio. Además, puedes añadir espejos grandes en las paredes, que ayudarán a agrandar el espacio.
Puedes utilizar papeles con textura, lisos o estampados siempre que el patrón sea pequeño.
Se puede combinar con muebles y alfombras blancas para crear un ambiente uniforme, y si quieres dar un toque de color, puedes jugar con pequeños elementos como cojines o adornos en las paredes.
COMPACTAR
Si por el contrario lo que queremos es compactar un espacio demasiado grande, lo que tenemos que hacer es usar colores fuertes tanto en paredes como en el techo, estos absorberán la luz natural y crearán un ambiente más compacto.
Las paredes oscuras se pueden combinar con un suelo claro para crear contraste, un suelo vinílico con textura de granito será una opción ideal.
ALARGAR
Una forma de alargar el espacio es poniendo en las paredes un color diferente que en el techo. En este caso las paredes pueden ser de colores algo más fuertes (los tonos fríos son perfectos para dar profundidad) y el techo blanco o un tono muy claro.
Los tonos fríos son muy fáciles de combinar, los colores blanco, negro, beige o gris son los más comunes ya que son un acierto seguro, pero también puedes atreverte con un naranja para dar un toque de contraste en una decoración más original. ¡Visita nuestra sección de alfombras naranjas!
ACORTAR
En el caso contrario de querer acortar un cuarto, no hay más que destacar la pared del fondo, con un color más oscuro que las de los laterales.
Para destacar una sola pared, los papeles pintados con estampado son una gran opción, dando un toque alegre y sofisticado.
ESTRECHAR
Si lo que quieres es estrechar el espacio, deja la pared del fondo de color blanco. En este caso lo que queremos es acercar las paredes laterales, por lo que conviene utilizar tonos cálidos. Puedes probar con un papel pintado madera, para dar un toque rústico a tu cuarto.
En los colores cálidos los que más destacan son los amarillos, el rojo y sus variaciones y el naranja. Son los colores perfectos si queremos crear un ambiente acogedor. Se pueden combinar con tonos como el gris que disminuyen el contraste o con colores fuertes como el negro para acentuarlo.
ENSANCHAR
Si por el contrario quieres aumentar el ancho del espacio, deberás mantener las paredes de los laterales en colores claros y el techo y la pared del fondo en un color más fuerte.
BAJAR EL TECHO
Normalmente los techos altos son un gran atractivo en cuanto a decoración, ya que recuerdan a las elegante casas señoriales de otra época, pero en ocasiones puede interesar bajar la altura del techo visualmente para proporcionar las dimensiones y crear un ambiente más íntimo y agradable. En estos casos conviene un techo con un color más oscuro que las paredes. Si no quieres pintar el techo entero de un color también puedes recurrir a elementos de color oscuro como vigas para crear esta ilusión óptica.
Y tú, ¿qué nuevo look vas a dar a tu salón? ¿Lo vas a hacer más grande? ¿más alargado? ¡Cuéntanoslo en nuestras redes sociales!
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