Silvia es una persona llena de energía, natural, alegre, vital. Y todo eso se refleja en su casa, un espacio familiar, luminoso y lleno de detalles encantadores, cuidados con mimo y mucho cariño. A ella le encanta la decoración y le gusta cuidar su casa con la mirada súper exigente de una persona acostumbrada a observar.
La predilección de Silvia por un estilo natural y sencillo destaca sobre todo en la zona del salón comedor. Presidido por una preciosa mesa encargada en La Casita de Margaux, el comedor destaca por la presencia de la madera y las fibras naturales. Al lado, el salón familiar, una zona acogedora y luminosa, donde cada vez van adquiriendo más protagonismo las fotografías de Silvia, preciosas imágenes cargadas de belleza y recuerdos para ellos.
Son precisamente los detalles los que predominan en esta casa. Cada rincón está cuidado como si se tratara de un bodegón para una de sus maravillosas fotografías. Pero además, hay una presencia que domina en toda la casa y es la de sus hijos. La alegría y la luminosidad de cada estancia se ve acentuada por ese toque delicado que recuerda a sus tres hijos, dos niñas y un niño, el más pequeño.
Incluso el dormitorio principal, en el que disponen de una pequeña zona de estar, se ve contagiado por la alegría de los niños, con mobiliario acomodado para ellos y juguetes preciosos en todas las esquinas.
Y luego están los dormitorios de los niños, increíblemente luminosos y acogedores. Espacios en los que apetece quedarse, en los que da gusto pasar el tiempo, y que adquieren un protagonismo absoluto en el conjunto de la casa.
Pues todo esto y mucho más es la casa de Silvia, y podéis ver estas y otras fotos en el número 2 de Charhadas…
Fotos: Isabel Escauriaza
The post appeared first on Ebom.