Vista frontal de la Casa Nº7.
El hometour de hoy nos lleva a la llamada "House Nº7", el primer proyecto del arquitecto Murray Kern en solitario, con el que se estrenó en su estudio de arquitectura Denizen Works. Si, sólo con eso el proyecto ya sería especial para él, lo fue mucho más teniendo en cuenta que los propietarios de la casa, sus clientes, fueron sus propios padres.
Tras jubilarse Dave y Lizz Kerr decidieron pasar más tiempo en el lugar donde habían pasado las vacaciones con sus hijos desde siempre, en la Isla de Tiree, una de las Islas Hébridas, en la costa oeste de Escocia. Un lugar en el que no sólo el paisaje, también los edificios - granjas incluidas - están protegidos. De hecho, el proyecto tuvo que pasar dos grandes filtros: por un lado el debate y la aprobación familiar - además de sus padres, las tres hermanas de Murray Kern también opinaron sobre el proyecto -; por otro, el visto bueno de Historic Scotland, la agencia gubernamental responsable de de la protección de la arquitectura de importancia histórica.
La reforma tuvo tres grandes pilares: su respeto al entorno - tanto natural como arquitectónico -; su habitabilidad - tanto para todo el año para sus dueños como para casa de vacaciones para el resto de la familia -; y sus vistas - querían ver el paisaje, pero también mantener la intimidad del hogar frente a la granja vecina-. Con estos mimbres Murray Kerr se planteó "crear una casa de campo tradicional con edificios agrícolas de alrededor que parecía como si hubiera crecido orgánicamente con el tiempo". El resultado es una casa cuya apariencia exterior es la del tradicional cottage de la zona, con sus paredes de piedra blanca, su tejado negro cubierto de alquitrán, y los típicos anexos cualquier granja.
Pero el verdadero secreto de la casa está en su interior, porque lo que parece un almacén agrícola con techo curvo es en realidad la vivienda principal. Ese tejado curvo es el absoluto protagonista de la estancia central de la casa, un espacio abierto que une sala, cocina y comedor, y que está ubicado en la primera planta, bajo esta cubierta curva de chapa de acero galvanizado y fibrocemento forrada de madera para darle más calidez a la estancia. Más abajo, en la primera planta hay dos dormitorios que se completan con el resto de habitaciones para invitados que ocupan la que aparentemente es la vivienda original, y es en realidad la de huéspedes.
En todos los espacios, el blanco de las paredes y la madera del suelo marcan el tono cromático que, igual que ocurre en el exterior, se completa con el gris de alguno de los muebles y alguna pincelada negra en piezas escogidas como las camas, las lámparas, las estufas y, uniendo interior y exterior, los marcos de las ventanas.
Si, como dice Murray Kerr, "la idea era crear un exterior robusto , que contrasta con el amplio y luminoso espacio interior", podemos asegurar que se ha conseguido. Pero lo mejor, es que lo descubráis vosotros mismos.
Vista de la fachada de la casa principal.
Panorámica de la estancia principal con cocina, comedor y salón.
El sofá de la estancia principal es de obra.
Las ventanas, parte fundamental en la decoración.
La luz tan especial de la Isla es parte fundamental de la casa.
La luz del atardecer reflejada en la cubierta.
Una cubierta de cristal une las dos casas.
Siguiendo la línea cromática de la casa, en madera, blanco y gris,
el corredor integra a la perfección ambos espacios.
Las habitaciones siguen el estilo pulcro, sencillo y acogedor de la casa.
Estilo rústico para todas las habitaciones.
Piezas recuperadas se mezclan con piezas de nueva factura.
Cada rincón está aprovechado, y cada detalle pensado,
¡hasta las katiuskas sirven como decoración enmarcadas en la ventana!
Panorámica de la vivienda principal.
La integración de ambos edificios con las granjas vecinas es total.
Panorámica de la casa y su idílico vecindiario.
Todo en esta casa viene marcado por su entorno,
y éste es resultado de la ubicación geográfica de la Isla Tyree.
Fotos @ Freshome.com + Mapa @ Wikipedia.org
La dueña de la casa, Liz Kerr cree que en la Isla Tyree "incluso en un día gris, se enciende tu espíritu". Su hijo ha conseguido que ese espíritu se haya trasladado a su casa. Lo que empezó como la reforma de una vieja granja, terminó por convertirse en un proyecto nuevo en el que cada edificio se construyó desde cero. Un trabajo duro, pero con un resultado espectacular.
¿Qué parte de la casa os gusta más, el exterior o el interior?
¿Os mudarías a la Casa Nº7?
¡¡Feliz miércoles!!