Pensando en algo rico para celebrar el fin de semana, tropecé con la feliz idea de preparar una fondue de carne.... Hace mucho que no la comemos en casa.....
De repente vinieron a mi las imágenes y sabores de las diferentes salsitas con que nos
gusta aderezar la carne una vez cada cual la haya hecho a su gusto, una gran ensalada tropical, una fuente de patatas fritas.....ummmm....
Si siiiiii, ya sé que son muchas calorías, esto no es para todos los días, más bien, de vez en cuando, jajaja....
Seguramente todos conocéis la fondue, pero explico un poquito porsiaca...
La fondue original, comida típica suiza que se extendió a Francia e Italia, era una fondue de queso....
Más tarde ha dado lugar a numerosas variantes y su fama se ha extendido a muchos países del mundo.
Consiste en sumergir con un pincho pequeñas piezas en líquidos calientes como queso derretido, chocolate o aceite, en una pequeña olla de barro cocido o hierro fundido, común para todos los comensales y colocada en el centro de la mesa, los cuales se sirven valiéndose de un pincho metálico de dos o tres puntas, con el que introducen en el queso trozos de pan, trozos de carne en el aceite, o de frutas en la variante de chocolate.
Es una comida distendida, sin prisas, charlando de lo divino y lo humano, donde cada cual se prepara el pincho a su gusto complementando con otros alimentos.
Así que obedeciendo a dicha idea y con el afán de reunir a la familia, me dispuse a sacar del armario todo lo necesario para la fondue.....
Y la encontré!!
Encontré la tabla giratoria tan cómoda para colocar la olla y los cuencos para las salsas.
De momento la vi tan sosita que no dudé en hacerle algo especial para vestirla con traje nuevo...
Dos manitas de pintura y una plantilla industrial de Lucía de "Momentos Vintage" , lijadita y tres capas de barniz acrílico mate para aportarle más protagonismo en la mesa...
Hace algún tiempo me hice con un par de tablas de estas giratorias en Ikea, son muy prácticas para que todo el mundo se sirva cómodamente, ideales para la comida china, japonesa, mexicana....donde hay tanta variedad de platillos que se hace muy pesado estar pasándonos la comida de un lado al otro de la mesa.
Si se colocan estratégicamente, todos los comensales tendrán fácil acceso a los manjares.
Van saliendo del armario los bowls y fuentes para aperitivos, para colocar la carne.....
Los platitos para quesos, pan.....
Nadie tendrá que levantarse de la mesa, todo a la vista y a la mano en ella,
tan sólo degustar la comida, preparársela cada cual al gusto!!
A no ser......que se apague el calentador de aceite, o alguien haya engullido todo el pan, o se haya perdido el sacacorchos.......jajaja...
Esta botella "escachada" convertida en una original bandeja, la traje de Camden Town, el famoso y encantador mercado londinense donde podemos encontrar de todo.
Me resultó súper curiosa, en ella solemos servir diferentes trozos de paté para los aperitivos.
Ahora ya está todo casi listo,
falta comprar la carne, preparar las salsitas y recibir a los comensales para disfrutar una rica fondue.
Otro día os muestro diferentes recetas de salsas ricas para combinar con la carne.
Espero que os haya gustado esta frugalidad, realmente no gasté nada, tenía la tabla, la pintura y las ganas de participar en el finde frugal de Marcela, adónde me voy corriendo para ver las originales propuestas de las chicas que siempre me sorprenden...
Marcela hoy nos regala una frugalidad la mar de linda y muuuy práctica, no os la perdáis!!
Besitossss,
Luna
Fuente: este post proviene de Un Pedacito De Luna, donde puedes consultar el contenido original.
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