Históricamente hay muchas culturas que han trabajado el patchwork para vestirse o para utilizarlo en materias de casa. También para decoración como es el caso de culturas en la zona de Irán que fechan entre los siglos XIII-XIV donde se han encontrado varias piezas que parecían decorar casas.
Una técnica tan impactante duró por los años de los años hasta que nos la hemos encontrado en nuestras narices. Ahora mismo el patchwork se utiliza en una infinidad de conceptos distintos, hay escuelas de patchwork y gente que se junta para compartir, enseñar, aprender y hasta vender sus creaciones de ‘pedazos de tela’.
Con todo ésto podemos contar infinidad de distintas creaciones para decorar nuestra casa hechas con patchwork. Para enumerar algunas podemos empezar por las sábanas, las cortinas o los manteles, pero lo que nos ocupa a nosotros son las sillas de patchwork que tan buena acogida están teniendo entre los hogares y las oficinas de nuestro país. Una idea novedosa que cubre perfectamente las capas de diseño y creación en nuestras sillas haciendo de éstas un elemento tan decorativo como utilitario para nuestro hogar.
Hay variedad de diseños como es obvio en el tema del patchwork. Lo curioso del tema es que los diseños son de dos formas distintas, por una parte tenemos que contar con el diseño del patchwork propio y otro tema es el diseño de las propias sillas como la que podemos ver en la foto, que es una silla de diseño patchwork.
La diversión está asegurada en todos estos modelos puesto que el hecho de juntar los dos diseños no es tarea fácil, aunque si una mezcla muy interesante de ideas por parte de los diseñadores. Necesario también es pensar que hay que saber combinarlas bien y pensar bien donde irán!
Fuente: este post proviene de Sallisillas, donde puedes consultar el contenido original.
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