Como os contaba en este post, estamos redecorando toda la casa, incluido el salón, así que los DIY de hoy entran dentro de ese proceso de cambios ‘low cost’.
Los módulos BESTA
Un clásico de los salones españoles. Si no tenéis alguno en casa, seguro que conocéis a alguien que los tiene. Nosotros llevamos ya cinco años con ellos y, aunque siguen como nuevos, ahora queríamos darles un toque más natural.
Y para conseguir calidez, nada mejor que sustituir la encimera de vidrio por una de madera natural.
ANTES
DESPUÉS
DIY
Para este Ikea hack, lo que hicimos fue acercarnos a nuestra fábrica de maderas de confianza y elegir el tipo de madera que mejor se adaptaba a lo que buscábamos. Al final escogimos abeto de 18 mm y pedimos que nos cortaran tres piezas para los módulos de la TV, el aparador y la banqueta.
Con una lijadora eléctrica, pulimos las dos caras y todos los cantos y las sujetamos a los muebles con cinta de doble cara de las que se quitan sin dejar marca. De esa forma, les podremos dar la vuelta cuando se estropeen.
El coste para los cinco módulos Besta es de unos 30 y realmente parecen otros muebles.
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Mesa BJURSTA + sillas EAMES
La mesa Bjursta es otra de las habituales de nuestros salones, ¿verdad? Nuestro modelo era el extensible en color roble y ya nos habíamos cansado un poco de ese tono.
Las sillas Eames habían ido amarilleando con el sol, como podeís ver en la foto del ‘antes’, así que también tocaba renovarlas.
ANTES
DESPUÉS
DIY
Para pasar del antiguo roble al ‘total white’ utilizamos:
Primer para Auténtico Chalk Paint
Auténtico Chalk paint Versante color blanco Antiguo
Rodillo y cubeta
Cinta de carrocero
El procedimiento para pintar la mesa es muy sencillo:
Damos una mano de Primer para chalk paint y dejamos secar 4h Con esta capa de imprimación conseguiréis ahorrar pintura, ya que la madera queda perfectamente preparada para ser pintada.
Damos un par o tres de manos de Versante Blanco Antiguo, esperando que seque bien antes de la siguiente mano.
Para un acabado más profesional y mejor mantenimiento, podéis dar cera natural de abeja que encontraréis en la misma web.
Repetimos el mismo procedimiento con las sillas, pero antes protegeremos bien las patas con ayuda de papel y cinta de carrocero. Lo bueno de esta pintura es que no amarillea, así que es la solución perfecta para mis sillas a las que está dándoles el sol todo el día.
Y… ¡Voilà! Este es el resultado final: una zona de comedor ‘total white’ que me tiene totalmente enamorada:
¿Qué os han parecido los cambios? ¿Alguien se anima con alguna de estas transformaciones?
¡Hasta mañana!
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