¿Tienen un espacio destinado? ¿O las cosas que usan para su trabajo están distribuidas por distintos lugares de la casa?
Tener tu lugar de trabajo y mantenerlo ordenado es tan importante como el resto de las áreas. Las ventajas de hacerlo están relacionadas con su influencia en:
Nuestra profesionalidad. Tener control de los elementos que tenemos o los que precisamos reponer o adquirir. Libros, documentos, materiales, stock, registros, etc.
La puntualidad. Clientes, pacientes, alumnos, nos pedirán nuestro producto o servicio y debemos responderle al instante. Ante el desorden, la respuesta al pedido se demora.
La seriedad ante quien paga por nuestro trabajo. Un trabajo que no cumple la expectativa del cliente porque fuimos desordenados y desorganizados en el proceso, carece de seriedad, lo cual repercute en la rentabilidad del negocio.
El cumplimiento de objetivos. No sólo los clientes, pacientes, alumnos tendrán expectativas sobre lo que les brindamos; nosotros también nos ponemos objetivos personales que, ante el desorden, serán más difícil de alcanzar.
Si trabajamos en un espacio desordenado y desorganizado, fallaremos en todos o alguno de estos puntos.
Como organizadora profesional, te ofrezco los siguientes consejos que te van a ayudar a focalizar en lo que brindás, y no en perder tiempo en encontrar lo que necesitás para cumplir con la demanda.
Carla Salvatori – Ordena Mamushkas
Como en el resto de los ambientes de tu casa, separá los elementos por categorías y colocalos en carpetas, cajas y organizadores. Recordá no comprar nada de esto antes de saber qué es lo que necesitás.
Invierte en muebles y elementos auxiliares como escritorio, cajoneras o superficies de trabajo.
Incorpora el uso de cuadernos de notas y agenda que uses sólo con fines laborales.
También puedes tener un número de teléfono laboral, esto te va a ayudar a que no se te mezclen los mensajes que recibís o que no recibas llamadas en momentos inapropiados.
El uso de moodboard, o un panel de inspiración, es una buena herramienta para recopilar ideas, tendencias, imágenes, frases, colores. Todo aquello que enriquezca tu trabajo y le dé identidad propia.
Destiná un espacio para hacer tu tarea. Un ambiente, un rincón que sean tuyos y puedas colocar todas estas cosas para trabajar tranquilo y motivado.
Eliminá todo lo que produzca ruido visual. Todo lo que no pertenezca y te distraiga de tu labor.
Y, si tu trabajo es puramente en tu casa, establecé horarios. Como si estuvieras en una oficina fuera de tu hogar. Horarios de inicio, de descanso, de almuerzo, de responder consultas y de fin de la jornada laboral. El descanso es tan importante como el trabajo en sí.
Trabajar en casa puede resultar más exigente que hacerlo fuera de ella. Pero si tenemos un espacio de trabajo al que le ponemos dedicación, rendirá frutos, será productivo y gratificante, y te permitirá enfocarte en brindar un servicio de calidad.
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