Hacía mucho tiempo que no os hacía una entrada sobre la PlayRoom y eso que tengo mucho que agradecerle, ya que sin duda es de los posts más visitados de este blog.
Siempre os he contado que la PlayRoom era un espacio muy vivo y en constante movimiento, puesto que se ha ido adaptando a cada una de las etapas que tenía Valentina, y ahora toca adaptarla a la presencia de un bebé. De momento Julieta tiene suficiente con un pequeño espacio, o incluso la visión que le ofrece su hamaquita, pero pronto empezará a reclamar más espacio. Por el momento, os enseño como la tenemos ahora y los cambios que he hemos hecho durante estos meses que no os la he mostrado.
Ahora mismo en esta estantería guardamos todo lo relacionado con la mesa de luz y arte. En esas grandes pinzas de la marca Artemio (las compré en una tienda del barrio de Bellas Artes), vamos colgando las creaciones de Valentina. También, justo encima de la mesa de luz hemos añadido dos especieros de Ikea BEKVÄM. En ellos guardamos las botellas sensoriales, las piezas pequeñas para la mesa guardadas en botellas de plástico recuperadas y también las pinturas, colores, o herramientas para modelar.
Un poquito más a la izquierda hemos dejado todo el espacio para el juego simbólico. Hemos aprovechado la esquina para poner la cocina y la tienda, y cuando encarta y quiere jugar con los dos roles (comprador/vendedor) solo desplazamos un poco la tienda hacia adelante y listos.
También hemos añadido tres tiras de cuerdas anudadas en una argolla directamente a la pared. En ellas, con unas pinzas de madera vamos colgando cosas especiales para Valentina: su invitación de la fiesta, fotografías de la escoleta, felicitaciones o algún regalo que le hayan hecho. Es algo muy sencillo pero muy especial, 100% recomendable y muy fácil de hacer.
En la otra esquina opuesta seguimos teniendo el rincón de lectura. Creo que es lo único que sigue desde la primera versión de la PlayRoom. Es ideal. Está arropado por la columna, las librerías FLISAT de Ikea encajan a la perfección. El único problema que tenemos es que seguimos sin tener espacio para tantos libros. Entre los que tenía yo de siempre, los que compramos y los que nos regalan, cuesta tenerlos de manera que se vean todos a simple vista. Ahora (cuando por fin tengamos el apartamento terminado), la mitad se irán para allá y así los tendremos un poco más repartidos.
El cojín mostaza es de Calma House, el cojín de hojas de hhhaus y las dos maletas de Blaubloom y Merci Paris. La función que tienen no es meramente decorativa, si no que hacen de separadores de espacio (antes teníamos aquí la trofast). Además Valentina también las usa mucho en el juego simbólico cuando se hace sus historias de viajes, así que les sacamos mucho partido. En este espacio también teníamos el piano de Tutete. Lo seguimos teniendo, lo único que ahora está descansando una temporada, ya que sus conciertos muy poco oportunos despertaban a la pequeña, así que hemos decidido guardarlo durante un tiempo.
Y en la cuarta esquina, detrás de la puerta, tenemos la burra de artitis con todos los complementos y disfraces. Le encanta disfrazarse y después ponerse a jugar, o bailar o lo que sea. Realmente ha sido una gran apuesta tener disfraces abiertos para que ella pueda convertirlos en lo que sea.
De momento a Julieta le hemos puesto una mini colchoneta con las piezas de foam de esta de Bebitus, tenemos la mitad en la PlayRoom y la otra mitad en el salón, donde sin calcetines empieza a desplazarse y a coger fuerza en la musculatura.
Y hasta aquí la nueva PlayRoom de Valentina y Julieta, ¿qué os ha parecido? Para nosotros es importante que siempre esté recogida y que sea un lugar acogedor. Tenemos más que demostrado que el caos, solo invita al caos, y los días que por lo que sea no hemos podido ordenarla, no juega. En cambio cuando está como veis en las fotos, se puede pasar toda la tarde y la faena es sacarla. Sin duda ha sido todo un éxito dedicar una de la habitaciones de casa para juegos y esperamos poderla disfrutar durante muchos años.