La espectacularidad de una pieza en mármol blanco y líneas puras como lavabo, la sencillez de su grifería, la sutileza de la luz indirecta, la blancura de cada rincón, la perfección de los detalles, el mínimo toque floral y la poderosa pared de canto blanco. Quiero este baño para mi, sin dudarlo. Imaginemos la sensación que cualquier invitado que viniera a casa se llevaría si al entrar al baño lo recibiera este rincón. Sin palabras.
vía: homeadore