Buenos días:
Están de plana actualidad. Han rebasado la frontera de los ambientes palaciegos y hoy en día buscan su espacio en ambientes menos convencionales, incluso rústicos, aportando un estilo muy especial al ambiente.
Su elemento más característico: bolas, lágrimas o piñas de cristal tallado que penden de sus brazos. Son derivaciones de las grandiosas coronas luminosas de las iglesias. En la Edad Media, consistían en brazos horizontalmente cruzados y suspendidos y en la época de arte gótico se componían de ramas de bronce o de hierro cargadas de adornos.
Yo recomiendo siempre colocar estas lámparas tan especiales, en espacios sobrios y que pretendan elevar el ambiente con su sola presencia. Se integran perfectamente en ambientes con tonalidades neutras tanto en tejidos como en carpinterías.
Apuesta por colocarlas en espacios de líneas rectas o inusuales y verás que buen resultado obtienes. Eso si, para que el efecto sea el esperado, deberás colgarla de techos altos con un mínimos de 2,50 m de altura.
Espero que estas fotografías os inspiren y os llenen de ideas para vuestros espacios. Un abrazo desde mi pequeña ventana.
Patricia
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FUENTES:
http://www.mariakillam.com
http://www.villapaprika.no
http://traditionalhome.com
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