Si eres una apasionada de las lámparas de araña, entonces te encantará el post de hoy, porque en él te voy a explicar cómo puedes hacer tu propia lámpara con unas ramas de otoño. Sí, sí, como lo oyes.
Una vieja lámpara de brazos, unas ramas del campo… y ya tienes la idea para hacerte con esta pieza tan decorativa y superoriginal: una lámpara chandelier handmade que llamará la atención allí donde la pongas.
Hoy te contamos cómo se hace paso a paso. La he visto en Funky Junk Interiors y me ha parecido una idea genial y muy fácil de hacer.
La magia de las lámparas de araña
Son, seguramente, una de las piezas de decoración e iluminación que más gustan, y no es extraño, ya que su mágica luz y su elegancia se adaptan a todos los estilos decorativos. Se llaman así por su característica forma: constan de un punto central del que salen varios brazos, como si de patas de araña se tratase. Suelen ir decoradas con más o menos cristales de lágrima, y las luces pueden llevar tulipas o ir sin ellas.
Concebidas en sus orígenes para brillar en los ambientes clásicos de la época, hoy siguen en plena forma. Eso sí, suelen emplearse para decorar ambientes contemporáneos, incluso un tanto minimalistas. En ellos las lámparas chandeliers se utilizan para crear un contraste bello, enriquecedor.
También triunfan en los ambientes más rústicos. Las casas de campo, sobre todo aquellas decoradas según las premisas del nuevo rústico, las adoptan y las cuelgan de sus techos con viguerías de madera, consiguiendo un efecto realmente espectacular.
Hoy triunfan las lámparas de araña clásicas, pero colocadas en ambientes de vanguardia, muy modernos y contemporáneos. O también se reinterpretan estas luminarias para dar como resultado chandeliers muy modernos, en diferentes colores como el negro. En ese caso pueden dominar los techos de los salones más clásicos de la primera mitad del siglo XX.
A la hora de utilizarlos en la decoración de tu casa, elígelos si tienes espacios amplios y con techos altos. Sería un error colocar una lámpara de ese estilo y envergadura en un piso de reducidas dimensiones. No solo no luciría como se merece, sino que abigarraría el espacio y el efecto sería del todo negativo.
La mayoría de las lámparas de araña están indicadas en salones grandes, o colgando sobre la mesa de comedor, cuando este es espacioso. También en una escalera o en esos cuartos de baño de impresión que solemos ver en las revistas, dotados de interminables metros cuadrados y con una bañera de patas antigua.
Sin embargo, he descubierto una idea que transforma por completo la lámpara de araña y la convierte en un objeto especial, de esencia muy rústica y natural, y apto también para espacios exteriores, como un porche o una terraza. Las casas de campo, en las que solemos disponer de más metros cuadrados, se preparan para acoger tan buena idea. Hoy te contamos cómo reciclar una lámpara vieja con ramas de otoño.
DIY: lámpara de araña con ramas
Para empezar te cuento los materiales que necesitas, además de una lámpara de brazos vieja que hayas encontrado por ahí. Necesitarás cordel fuerte o hilo de bramante, tijeras, pintura en aerosol de color blanco, alambre y alicate, ramas de sauce y vid (por ejemplo).
PASO 1: Comienza por salir a dar un buen paseo por el campo y ve recopilando las ramas que creas que pueden servir. Han de ser flexibles, para que puedan doblarse.
Y rescata una lámpara vieja de brazos de algún rastro o mercadillo; o búscala en el desván de la abuela, porque seguro que encuentras una que te sirve.
PASO 2: Cuélgala en un sitio tranquilo, a una altura en la que puedas trabajar cómodamente y ve sujetando las ramas que has cogido a la parte central de la lámpara. Tendrás que usar un cordel fuerte, del tipo del hilo de bramante.
PASO 3: Doble las ramas y sujétalas a cada uno de los brazos como ves en la imagen. Átalas con el cordel bien fuerte para que no se suelten. Pon ramas hasta que la lámpara quede a tu gusto.
PASO 4: Ahora tendrás que pintarla de blanco. Tapa los huecos donde van las bombillas para que no se llenen de pintura y pulveriza la lámpara con el aerosol, desde una distancia de unos 25 cm.
No te olvides de proteger el suelo y las zonas de alrededor. También tú debes ponerte ropa de trabajo y un gorro, si no quieres tener el pelo blanco antes de tiempo.
PASO 5: Para tapar los cordeles que sujetan las ramas a la lámpara se pusieron otras ramas enrolladas, que se sujetaron con alambre. El resultado es estupendo. Se pulveriza de nuevo con el spray blanco y ¡listo! Ya tienes tu lámpara de araña rústica.
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