Es cierto que la mayoría no contamos con grandes espacios de cocina, ni metros de sobra en las viviendas, pero si tenemos la suerte de disponer de metros y una isla de cocina, puede convertirse en una parte central del diseño de la misma. Y la iluminación debe ser sustancial para mantener todo a escala. Y con esa idea, las lámparas de araña en la cocina se utilizan con frecuencia ganando en personalidad. La mayoría de las cocinas no tienen una gran cantidad de luz natural, por lo que una lámpara colgante es una gran elección. Al entrar en una cocina y verlo inundado de cristales reflectantes, se crean sombras y siluetas llamativas. Es importante traer iluminación adicional a una cocina oscura sin pasarnos. Por lo que el contraste y la sofisticación de este modelo de lamparas es válida incluso para los interiores más rústicos.
Puedes encontrar este tipo de lámparas en rastros o mercadillos de segunda mano, así introduces un elemento rescatado directamente de décadas pasadas. Pero puedes encontrar otras reinterpretadas en colores actuales y con los cristales colgantes en plástico.
Cualquiera que sea el estilo de la cocina que tengais, una lámpara de araña le aportará una toque de glamour y sofisticación, lo que creará un ambiente lleno de encanto y romanticismo. Puede que no
sea la solución más práctica, pero es preciosa.
¡Feliz día a todos!
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