Las alfombras

Llega el frío y tu casa tiene que estar preparada para afrontarlo. Una de las mejores maneras de 'abrigar' tu casa es cubrir el suelo con alfombras que, además, le darán un aire personal y decorativo a cada estancia. Diseños vanguardistas y clásicos, modelos infantiles, todo tipo de materiales... La variedad es amplia, tú sólo tienes que preocuparte de escoger la alfombra adecuada.

 

Se trata de objetos de decoración veteranos dentro de las casas. Su capacidad para guardar el calor en los hogares y aislar de las bajas temperaturas procedentes del pavimento las convirtieron, no sólo en elementos muy funcionales, sino que su posterior variedad de diseños y tipos de manufactura hicieron de ellas enseres preciados desde el punto de vista decorativo y, en algunos momentos, objetos de lujo que sólo se podían permitir las clases altas.

 

Un producto muy preciado

La revolución industrial permitió que bajaran de precio, ya que antes eran exclusivamente objetos de artesanía. La producción en cadena y masiva nos permite hoy escoger: se pueden adquirir de todo tipo de precios, dependiendo de la clase de material y de la complejidad de su elaboración, ya sean resultado de procesos industriales o de trabajos de artesanía y manufactura.  

A la hora de elegir una alfombra lo primero que hay que tener en cuenta es dónde la vamos a colocar. Será importante tener en cuenta el diseño a la hora de pensar en cómo decoraremos la estancia y, cómo se complementará con la pintura, la luz, el mobiliario o el tipo de suelo.

El material debe tenerse en cuenta dependiendo del trasiego que haya en la habitación. Si la actividad en ella es intensa, es mejor optar por fibras vegetales o materiales sintéticos, que aguantarán más el desgaste, el polvo y las manchas. Si el cuarto es muy frío o está amueblado con materiales naturales, mejor será decantarnos por la lana, auténtica reina de las alfombras.

 

Tejidos naturales

La pura lana virgen es el mejor material para darle calidez a una estancia. Su calidad es indiscutible, así como su sensación agradable en el tacto. Sin embargo, tenemos que tener cuidado con las manchas, porque son difíciles de limpiar.  

Otra opción natural la encontramos en el algodón y algunas fibras vegetales, muchas de ellas procedentes de zonas tropicales, lo que le da a la decoración un aire exótico. El sisal es un ejemplo de material de tendencia, una fibra flexible y resistente que procede de plantas americanas. Otras piezas están fabricadas con materiales tan diversos como el bambú, el coco, el yute o las algas, que pueden mezclarse con elementos de tapicería o incluso pieles, lo que ofrece enormes posibilidades decorativas a las alfombras.

 

La opción sintética

Los materiales sintéticos ofrecen la ventaja de ser resistentes y bastante asequibles a todos los bolsillos. Aunque no ofrecen la misma calidad y calidez, pueden ser una buena opción para una estancia en la que la actividad es siempre intensa. El nylon, el PVC, el polipropileno o el poliéster son algunas de las variedades industriales que podemos encontrar en las tiendas.  

Dentro de la tipología de las alfombras, encontramos las de pelo cortado, que presentan un tacto y aspecto suave. Además, son ideales para la mayoría de estilos, decoraciones y colores. Estas alfombras son de gran belleza y, si tuviéramos que ubicar una alfombra de este tipo, la estancia elegida sería el salón o el comedor. Un segundo tipo son las alfombras de 'boucle', muy elegantes y cálidas y el complemento perfecto para una casa elegante que quiere diferenciarse gracias a un aire de tipo artesanal.

 

Cuidados básicos

Además de pasar el aspirador y de un lavado profundo de la alfombra al menos una vez al año (coincidiendo con el verano), las alfombras no requieren cuidados especiales, excepto en el caso de que estén elaboradas con materiales delicados, en cuyo caso tendremos cuidado de no mancharlas o de no pisar con calzado sucio. Para la limpieza anual, será suficiente agua y jabón neutro y no dejar secar la pieza más de tres días al aire libre.  

Estos elementos textiles también se cuidan bien en las tintorerías, donde se lavan en seco o con vapor de detergente, ambos métodos muy efectivos. Para evitar problemas, es muy recomendable leer bien la etiqueta o consultar previamente con el proveedor, que nos aconsejará en cada caso, cuál es el sistema que mejor se adecua a su limpieza.