Ya se sabe, uno crece con complejos. Dicen, que si de algo careces en tu infancia, de mayor lo compensas, y mi madre es la antítesis del horterismo. Toda una señora elegante y distinguida. Así que mis navidades (que yo adoraba, quede claro) eran elegantes y distinguidas ¡jamás entró el espumillón en casa!
Piñas, velas, poinsettias, arpillera, lazos… Todo eso que es tan navideño y huele a hogar, colmaba cada rincón.
Pero fue el boom de las películas navideñas del tipo “Solo en casa”. Que si las luces por todas la ventanas, tejados y porches, que si el reno -luminoso- en el jardín, que si el espumillón… y yo lo deseé en secreto.
Una vez expuestos los hechos, comprenderéis que no me he podido resistir al ver tanto espumillón de colorines por ahí colgado.
Con este DIY podéis hacer cualquier tipo de letra y con cualquier color. Y si tenéis restos de otros años, es una manera genial de reciclarlos. La cosa más fácil no puede ser.
Sólo necesitaréis espumillón, alambre y unos alicates (yo no encontré y usé un corta, de esos que se te olvidan bajo la lluvia un poco).
Corta tu alambre del doble de tamaño que necesites y retuércelo (la idea es que quede doble).
Forma tu letra.
Engancha el espumillón en una de las puntas, metiéndolo entre el alambre doble.
Cubre todo el alambre girando el espumillón alrededor y engánchalo de nuevo al final.
*TIP: Si haces letras tipo hache o e, empieza por el palo central. Si no, después no hay quien vea por dónde meter el espumillón.
¡Cuélgalo y disfrútalo!
Yo estoy pensando en hacerme un “2016” en dorado, bien hortera.
¿Qué te parece?¿Espumillón sí o no?
¡Ah! Y por si acabas de llegar: este mes esteré compartiendo ideas resultonas, fáciles y colorinchiles ¡Navidades de colores! Tenemos tablero grupal en pinterest, para compartir nuestras ideas o inspiraciones, aquí: Navidad de colores y hashtag #NavidadColorinchil.
Encuentras más info aquí: Una Navidad DIY