Y es que, si necesitas limpiar una olla quemada cuyo fondo se ha visto perjudicado después de pasar demasiado tiempo en los fogones, tan solo tendrás que hacerte con una botella de vinagre blanco y con un poco de sal.
Dos productos presentes en cualquier despensa o supermercado que te ayudarán a recuperar tus ollas, cazos y cacerolas y que evitarán que tengas que gastar dinero en la compra de nuevos artículos de menaje.
Ingredientes
Una botella de vinagre blanco
Una cucharada de sal
Un estropajo suave
Pasos a seguir
Hazte con la olla que se ha quemado tras permanecer demasiado tiempo en el fuego.
Agrega un chorro de vinagre blanco hasta cubrir toda la base por completo.
Hecho esto, añade la cucharada de sal.
Calienta la mezcla y deja que hierva durante 10 minutos.
Es importante que la vigiles, ya que el vinagre se evapora muy rápido y lo último que queremos conseguir es que el cazo se queme aún más.
Pasados 10 minutos, retira la cacerola del fuego y espera a que el vinagre se enfríe.
Utilizando este truco casero para limpiar una olla quemada conseguirás que los restos de comida que se han quedado adheridos al cazo se desprendan con facilidad.
Para eliminarlos por completo, utiliza un estropajo suave que no dañe tus objetos de menaje y frota la olla con él hasta haber retirado los restos de comida quemada por completo.
Si no se han desprendido del todo, puedes volver a poner en práctica la misma operación, ya que cuando los cazos han permanecido bastante tiempo al fuego es necesario realizar este proceso más de una vez para recuperarlos.
¿Qué opinas sobre los trucos de hogar caseros para limpiar una olla quemada usando vinagre blanco y sal?
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