1. Un sofá de piel, como por ejemplo un modelo clásico del siglo XIX como el Chester, con su elegante capitoné. Una pieza singular y de carácter que nunca pasa de moda y que con el paso de los años, la piel será más flexible y suave, además de mostrar diferencias tonales que consiguen ese toque de mueble vivido que tanto gusta a los amantes del vintage.
2. Una silla “icono” del diseño del siglo XX, como el clásico modelo industrial de Mies van der Rohe: la silla Barcelona de 1929. La firma Knoll las sigue fabricando a día de hoy. También hay imitaciones muy conseguidas y que abaratarían la compra de un original.
3. Un aparador recuperado como los de las farmacias antiguas, lleno de cajones de los que el boticario extraía las raíces y los aceites para crear los remedios, o los antiguos casilleros postales de correos, etc. Estos aparadores, pero interpretados al estilo chino, también son muy preciados hoy en día.
4. Un cartel publicitario original. Es una de las piezas más económicas de este listado. En las ferias de almoneda, Pop Up Sales, ventas de garaje, etc. existen láminas de publicidad antigua a precios asequibles. Todo tipo de anuncios son válidos, bebidas, comida, electrodomésticos… Y si no te convence esta línea, prueba con carteles de películas clásicas que nunca fallan y crean el ambiente perfecto. Además de poder adquirirlas en soporte papel y enmarcarlas, también hay modelos en metal a modo de chapas envejecidas.
5. Lámparas de tipo industrial. Cuando el trabajo en cadena se extendió, los trabajadores pasaban el día metidos en una gran nave bajo la luz de grandes lámparas de metal. Estas luminarias pesadas de aspecto tosco son un bien que cotiza al alza ahora mismo y se han integrado a la perfección en los interiores y, no sólo de loft industriales, sino de aspecto retro vintage y modernos.
6. Un teléfono años 50-60’s. Este complemento fue el que comenzó a despertar el gusto por el vintage en las casas actuales. Al fin y al cabo, es un complemento con un diseño que coordina con cualquier ambiente, y su precio no es demasiado caro. Si compras uno, recuerda que lo importante no es que funcione, pero si lo hace, mucho mejor!.
7. Un globo terráqueo. Una pieza que siempre gusta y que seulta ser un guiño a la infancia, cuando teníamos que estudiar y aprendernos los ríos y sus afluentes, además de todas las capitales del mundo. Dependiendo del espacio que tengas, opta por los modelos de mesa o por uno de suelo.
8. Una pieza de cristal coloreado, jarrón, cenicero, centro de mesa, botellas antiguas… Pueden ser de un solo color, un tono degradado o combinar varios. Precisamente, los que tienen muchos colores son muy psicodélicos y ese toque hippie queda fantástico en ciertos hogares de inspiración moderna. Lucirán bien adornados con o sin flores.
9. Botes o latas de metal antiguas. Los dibujos que las adornan son preciosos, pero es difícil encontrarlas en buen estado, dado que el metal suele abollarse con los golpes porque es muy fino. Antes de comprar una de estas latas, asegúrate de que su interior no está oxidado y de que la pintura exterior esté en perfectas condiciones y, sobretodo, déjalas a la vista en la cocina o decorando las estancias con flores etc.
10. Alguna pieza de forja bien para exterior como para interior. El vintage se viste de verde gracias a conjuntos de mesa y sillas donde el hierro y la madera pueden ir juntos o por separado.
Ahora ya no tenéis excusa para conseguir un espacio con todo el sabor vintage.
¡Feliz día a todos!
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