Uno de los estilos que tienen una fuerte presencia en la actualidad, sin ser demasiado frecuente como para considerarlo una moda, es el minimalismo. Y es que este estilo combina perfectamente con una forma de vida que busca deshacerse de todo aquello que no es realmente importante, para poder concentrarnos en el disfrute de lo que realmente cuenta. Esta filosofía de vida se refleja claramente en el estilo minimalista en la decoración, un estilo en el que menos es más y que se da lugar a espacios despejados, limpios y con muy pocos elementos decorativos. Si esta filosofía te atrae, si sientes que una casa con apenas lo esencial te hará feliz, entonces continúa leyendo y encontrarás los elementos básicos para reformar al estilo minimalista con éxito:
Des-acumular elementos
El primer paso para lograr una auténtica decoración minimalista es deshacernos de las cosas que no son necesarias. De hecho, si nos hemos decantado por este estilo es precisamente porque sentimos que algo de claridad y limpieza de espacio pueden resultar positivos en nuestra vida cotidiana. La idea no es, por supuesto, tirar de forma indiscriminada libros o cosas que tengan un valor práctico o sentimental para nosotros: la cuestión es organizarlas bien y darle a cada cosa su espacio adecuado de almacenamiento. Contar con espacios amplios para guardar de forma coherente y bien organizada todas las cosas que queremos y precisamos, es un paso sin el cual no podemos avanzar en una auténtica y exitosa decoración minimalista. Contar con armarios grandes pero que se fundan en la decoración o aún mejor, con armarios empotrados diseñados expresamente para nuestra casa, es la opción más recomendable. De esta forma, tendremos dónde guardar los objetos sin que su variedad y diversidad desentonen con el ambiente despejado que queremos lograr.
Colores claros y lisos
Quizá no todos los especialistas en decoración estarían de acuerdo en que los colores claros y una paleta de colores naturales y terrestres sean elementales para una decoración minimalista, pues hay casos de decoraciones con colores fuertes y contrastantes que tienden al minimalismo, sí es verdad que los colores blanco, beige, marrón claro, grises pálidos y algunos tonos de azul, son los que mejor combinan con este estilo, ya que ayudan a dar ese ambiente de paz, tranquilidad y armonía que busca transmitir una decoración minimalista.
Balance ante todo
Hay un delicado equilibrio entre solamente sacar todos los elementos de un espacio y una decoración agradablemente minimalista. Hay que tener bien claro que vacío no es igual a minimalista. Para poder tener ese equilibrio es muy importante que haya un auténtico balance entre los elementos presentes (mobiliario y accesorios principalmente). Y es que cuando hay pocos elementos en un lugar, cada uno tendrá más protagonismo y si desentona, será terriblemente evidente. Todos los muebles, por ejemplo, deberán tener armonía entre ellos: ninguno deberá ser desmesuradamente grande o demasiado pequeño. Visualmente, al recorrer la habitación todo debe tener un equilibrio: los elementos no deben estar todos cargados hacia un solo lado de la habitación. La idea no es que todo combine, pero que los elementos tengan armonía entre ellos, que sigan una misma línea y que ninguno se destaque demasiado: ello alteraría la sensación de paz que es parte definitoria del minimalismo.
Escasos elementos decorativos, pero bien seleccionados
Insistimos en que minimalista no quiere decir vacío. Quiere decir espacios liberados pero ricos y armónicos, por lo cual es perfectamente lícito añadir accesorios y elementos decorativos puntuales y bien seleccionados que nos permitan darle personalidad individual a nuestro hogar. Sólo hay que elegirlos bien en forma, función y color, de forma que no sean demasiado llamativos o desentonen con el resto del lugar. Hay que priorizar calidad sobre cantidad: quizá una lámpara artesanal, un portarretratos único, hecho a mano… nada salido directamente de un catálogo, pero que permita más bien definir el carácter de nuestro piso reformado. Como la idea no es llenar el espacio de elementos disímiles entre sí, hay que elegir con pinzas cada accesorio para darle brillo y lustre a nuestro hogar sin desentonar con el ambiente de paz que emana de la decoración minimalista.
Mucha luz
En un espacio minimalista, la luz juega un rol tan importante como la selección del mobiliario. Es preciso conocer bien la forma en que la luz natural penetra en nuestro hogar, cómo se distribuye y trabajar a partir de este conocimiento. El material de las ventanas, persianas y cortinas debe ayudar a difundir la luz y enfocarla al sitio que nos interesa iluminar. No está prohibido añadir espejos simples y amplios para multiplicar la luminosidad y el espacio. La misma idea se aplica para la luz artificial, lámparas, lámparas de pie, pequeñas y grandes, deben pertenecer al espacio, no destacar demasiado ni llamar mucho la atención. El objetivo es bañar de luz un espacio que ya tiene un carácter pacífico y sencillo, sin ser simple ni austero. Por el contrario, es la guinda del pastel en un piso remodelado que transmite tranquilidad y elegancia, estilo y líneas delicadas.
¿Para ti cuáles son los elementos clave para mantener sencillo y sofisticado un espacio minimalista? Comparte con nosotros tus ideas en los comentarios, en VIP Reformas nos encanta escuchar tus puntos de vista.
Imágenes tomadas de: http://designmag.fr/