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1 . Necesidad de vender. La desesperación por vender rápido hace que bajemos el precio. También puede llevarnos a aceptar ofertas por debajo del precio de venta o incluso de mercado. En estas circunstancias, es vital presentar la vivienda de forma impecable para obtener la mejor oferta en poco tiempo.
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2 . No preparar adecuadamente la vivienda antes de sacarla al mercado. La mayoría de los compradores quieren una casa lista para entrar a vivir. No quieren tener que reformar o reparar nada.
Supongamos que tenemos una puerta que cierra mal o un desconchón en una pared. Ambos son fáciles de arreglar. Sin embargo, el comprador lo interpreta como más dinero a invertir y más trabajo que hacer antes de disfrutar del nuevo hogar. Pero lo peor es que pensará que la casa no está bien cuidada y se preguntará cuántas cosas más tendría que arreglar, con el riesgo de llevarse sorpresas desagradables que eso conlleva.
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3. No despersonalizar la vivienda. Podemos considerarnos unos cracks del interiorismo… ganamos todos los premios del barrio al mejor comedor e incluso hemos conseguido colarnos en publicaciones del sector. O sea, nuestra casa es un verdadero orgullo para nosotros, por ello somos amantes de la decoración confesos. –Genial! ¿quieres que publiquemos tu casa en el blog? Contactanos aquí–
No obstante, cuando se trata de vender, cuanto menos personal, mejor. La casa ahora es un producto en venta, por lo que debe atraer al mayor público posible y no sólo a los que tengan el mismo gusto que nosotros. Es hora de quitar la foto de la boda de su marquito de plata y sustituirla por un paisaje o un motivo abstracto de colores suaves. Mira el lado positivo, una cosa más que ya tienes preparada para la mudanza!!
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4 . La vivienda lleva demasiado tiempo a la venta. No nos engañemos, el mito de “la solterona” es aplicable a cualquier ámbito de la vida. Somos seres sociales y nos importa lo que opinen los demás. Cuanto más tiempo lleve una vivienda atascada en el mercado, más cautelosos son los posibles compradores, “si no se vende, por algo será”. Incluso los agentes inmobiliarios llegan a centrarse subsconscientemente en los motivos por los que no se vende, en lugar de sus características positivas.
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5 . El precio está sobre-valorado. El precio para vender la vivienda en poco tiempo debe venir marcado por tres factores: la condición de la vivienda, la ubicación y el mercado actual. Una cosa es lo que queramos o necesitemos que nos den por ella, y otra es lo que realmente vale a día de hoy. Nos guste o no, cuanto antes aceptemos estos hechos, mejor será para nuestra salud mental.
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6 . La presencia de los propietarios en la vivienda durante su visita. Muchos compradores se pueden sentir cohibidos por estar adentrándose en su espacio personal o pueden sentirse violentos a la hora de preguntar por los posibles desperfectos que observe durante la visita.
7 . Evidencias de mascotas, olores, pelos… también otros olores como el tabaco, comidas, humedad, pañales sucios… es conveniente que una persona ajena a la vivienda observe los olores presentes en ella, ya que muchos olores pasan desapercibidos por los ocupantes de la vivienda.
…y vosotros, ¿os habéis topado alguna vez con alguno de estos problemas? ¿Cómo los afrontasteis? Si creéis que falta algo importante en la lista, dejad vuestra aportación en los comentarios para que todos podamos leerlo.
Por cierto, si estáis pensando en vender vuestra casa y no sabéis cómo sacarle el máximo partido, os interesará conocer nuestros Servicios de Home Staging.
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